sábado, 14 de agosto de 2010

Por qué Dios aborrece tanto el pecado de adulterio.

Iniciemos por decir que Dios aborrece el pecado del adulterio, no al adúltero. Dios aborrece la borrachera, no al borracho. Dios aborrece el robo, no al ladrón. ¿Cómo así? Bueno, Dios ama al hombre, lo que no ama es que el hombre peque. Dios amó a su pueblo Israel, pero no amó que su pueblo pecara.

En Isaías capítulo 1 y 2, vemos cómo Dios envía a Isaías a hablarle a su pueblo, advirtiéndoles que los dejará vivir un desierto de angustias, debido a que pecaron de adúlteros. Habiéndo sido Dios tan bueno con ellos, ellos prefirieron otros amores. Eso es el adulterio, tener alguien a quien amar, pero, irse tras otros amores, y eso, es lo que Dios aborrece del hombre para con la mujer, de la mujer para con el hombre, y por supuesto, del hombre o la mujer para con EL. Mire el dolor con que Dios le expresa a su pueblo el pecado de adulterio: "¿Cómo te has convertido en RAMERA, oh ciudad fiel? (Isaías 1:21). Y mire cómo compara el adulterio o a qué lo compara: "Llena estuvo de justicia, en ella (la ciudad de Jerusalén) habitó la equidad, pero ahora, LOS HOMICIDAS" (Isaías 1:1 y 21). Dios mira que el adulterio MATA el amor, por ello lo compara al homicidio. Aún así, da esperanzas de salvación. ¿Por qué?.

Pues porque Dios aborrece el pecado pero ama al pecador. No importa si nosotros asesinamos, si adulteramos, si nos emborrachamos, si no somos limpios... EL nos ama. Y si buscamos el perdón con arrepentimiento sincero, EL está dispuesto a recibirnos. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario