martes, 31 de mayo de 2011

También hoy pastorea en el desierto a su pueblo.

Tantas veces leemos en el Antiguo Testamento cómo Dios prevaleció sobre su pueblo, cuidándolo en el desierto del calor, del hambre, de los enemigos, de su desconsuelo, de su falta de fe.

Pues hemos de decir que hoy, la situación no es diferente. Dice la Palabra de Dios que: "El no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta", y, que: "El no cambia, que es el mismo ayer, hoy, y siempre". Así, hoy, nosotros los que hemos reconocido la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo como suficiente ofrenda para el perdón de nuestros pecados, también estamos protegidos en éste mundo corrupto (nuestro desierto), del calor (las penas), del hambre (los deseos), los enemigos (la carne pecaminosa), de nuestro desconsuelo (al ver tanta maldad), y de nuestra falta de fe y esperanza de que esto se componga. El está con nosotros en todo momento, El nos envía ángeles a cuidarnos del mal y del maligno.

Pero, nuestro único compromiso es "tratar", "luchar", "intentar" vivir una vida recta, una vida que no dañe a los demás, una vida que se apeque a las normas, a las leyes, a los estatutos que El nos dió. No es fácil, pero vale la pena, pues El sigue prometiendo que nos pastoreará en éste desierto. Meditemos.

lunes, 30 de mayo de 2011

El secreto para ser escuchados.

Cuando de secretos se trata todos queremos saber el secreto, aunque deje de ser secreto, por algo la mafia siciliana de los años 20 decía: Para que un secreto se mantenga entre tres, uno o dos, deben estar muertos.

Bueno, en los caminos de Dios, los secretos son para ser descubiertos. El dice en su Palabra que los profetas son "la voz" de Dios para el pueblo, esto es, que los profetas reciben de Dios una palabra específica para que vayan y se la cuenten al pueblo. Dios tiene secretos para que sus amados los encuentren y se los cuenten a los menos cercanos a EL (si no lo cree lea Proverbios 25:2). Así, hoy el Señor nos regala muchos secretos en su Palabra, como por ejemplo el secreto para ser escuchados cuando le pedimos algo: "Porque Jehová es excelso, y ATIENDE AL HUMILDE, mas al altivo mira de lejos" (Salmo 138:6).

¿Queremos ser escuchados por Dios en nuestras plegarias? Vayamos humildemente y humildemente pidamos, pues el es nuesto Padre. No vayamos altaneramente, pues EL no es nuestro mandadero, ni nuestro esclavo. Nosotros somos sus esclavos y tenemos que supliccar. Meditemos.

domingo, 29 de mayo de 2011

La edad de Job.

A qué le llamamos (en lo personal) la edad de Job. Bueno, es sencillo, es a esa edad madura a la que llegamos todos los padres cuando ya hemos cumplido la misión de sacar adelante a nuestros hijos.

Esa edad "dorada", cuando aún tenemos fuerzas para hacer algunas actividades que no pudimos hacer mientras hacíamos la tarea de sacar adelante a nuestros hijos, proveyéndoles lo material, acompañándolos, llevándolos y trayéndolos. Esa edad en la cual podemos ponerles atención a ellos, pero también podemos ponernos atención a nosotros mismos. Esa edad en la que podemos hacer lo que hizo Job por los suyos. Interceder por ellos y los suyos. Job, todos los días se levantaba y hacía holocaustos por sus 7 hijos y sus 3 hijas. Esa era su misión luego de haber dejado la vida por ellos. Esa es una misión que debemos tener nosotros por nuestros hijos. Si nosotros no estamos pendientes de nuestros hijos ¿Quién lo estará? o ¿Para qué lo estará?.

Nuestros hijos y los suyos (nietos) todavía siguen siendo nuestra responsabilidad, cuando niños necesitan de nuestra educación, de mayores necesitan nuestra orientación. No tiremos a la basura sus vidas, no tiremos a la basura nuestras experiencias. Que ellos continúen o terminen lo que nosotros iniciamos. Alguien dirá: "qué poco le sirvió a los hijos de Job, los sacrificios de su padre". Sí, pero Job ganó la batalla. Meditemos.

martes, 24 de mayo de 2011

Todos tenemos en la vida... un Monte Moriah.

Cuando se habla de los montes de Israel poco conocemos de ellos, pero igual muchos de ellos tienen historias preciosas y lecciones abundantes que darnos. Hoy nos referiremos específicamente al Monte Moriah.

Este monte se hizo famoso porque fue allí en donde Dios le pidió a Abraham que "sacrificara" a su hijo Isaac. Las lecciones que ello nos deja son variadas y todas muy profundas. Imagínese usted en los zapatos (o sandalias) de Abraham, 25 años esperando tener un hijo luego de la promesa; casi 40 desde que se casó; él, contando casi con 100 años en sus espaldas el día que Dios le hace la petición; y sobre todo, ¡tener que decírcelo a Sara!. Abraham aprendió primero que nosotros, que por la naturaleza sentimental de la mujer, es mejor pedir "perdón" que pedir "permiso", en otras palabras Abraham hizo SILENCIO. Se levantó muy de mañana, tomó a su hijo y subió al monte sin que Sara supiera a qué iban. Se imagina usted a Sara diciéndole a Abraham, viejo loco, cómo se te ocurre que eso que oíste es de Dios. Dios siempre quiere lo mejor para nosotros, cómo pensas que te va a pedir que asesinés a nuestro hijo, y menos a éstas alturas de nuestras vidas (90 y 100 años); eso no viene de Dios, tenés una indigestión y por eso soñaste tonterías.

Si Abraham le hubiera contado todo a Sara, no lo deja ir; se va con ellos y arruina todo; se revela contra Dios (sólo piense que se rió cuando le dijeron que iba a quedar esperando); hubiera llevado gallinas, chumpes o lo que fuera para el sacrificio, en pocas palabras...¡hubiera cometido cualquier error!, entorpeciendo así, la FE de Abraham. Si Dios nos habla a que hagamos algo, seamos sabios y hagamoslo y en silencio (si es necesario), pero hagámoslo. Meditemos.

lunes, 23 de mayo de 2011

Bienaventurado serás y te irá bien.

¿Quién no desea que su trabajo de buen fruto? ¿Quien es aquél que no anhela sentarse a la mesa a comer el fruto de su trabajo... en paz? ¿Quién no desea acostarse en armonía con su pareja? ¿Quién no se goza, parado frente a la puerta del dormitorio de sus hijos, verlos dormir tranquilos, seguros, y confiados?

Dios nos dijo: "Bienaventurado serás y te irá bien, cuando comieres el trabajo de tus manos... PORQUE... Bienaventurado TODO aquél que teme a Jehová y que anda en sus caminos". Como dicen los fanáticos de cualquier equipo en un estadio cuando su equipo anota y se acerca al empate con el otro equipo. SI SE PUEDE, SI SE PUEDE. Sí, nosotros también podemos vivir en paz, nosotros también podemos comer seguros en casa, nosotros también podemos gozarnos de ver a nuestros hijos tranquilos y confiados, con tan sólo TEMER a Dios y ANDAR en sus caminos (Salmo 128:1-2).

Ahora bien, lo hemos dicho muchas veces, temer a Dios no significa tenerle miedo, sino amarlo, honrarlo, obedecerlo en sus estatutos, en sus mandamientos, en su ley. No es fácil matar nuestros deseos, pero tampoco lo vamos a hacer con nuestras fuerzas pues esas fuerzas las da EL, y se llaman misericordia y gracia de Dios. Meditemos.

domingo, 22 de mayo de 2011

Si Jehová no edificare la casa...

El salmista dijo: "Si Jehová no edificare la casa... en vano trabajan los que la edifican". ¿Qué significan esas palabras? Es acaso que Dios es como un albañil, que EL mismo bajará a poner ladrillos para hacernos un hogar?

No. En un sentido material no es así. Pero sí, en un sentido espiritual. Cuando Dios creó al hombre le puso en su corazón el tener comunicación con él, de hecho, eso hacía todos los días en el Edén con Adán y Eva. Pero luego, cuando eligió un pueblo por medio de nuestro padre Abraham, nos dió estatutos, normas, leyes, mandamientos a cumplir. Esos mandamientos se resumían, como lo dijo siglos después Jesús cuando estuvo entre nosotros, en "amar a Dios sobre todo" y "amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos". AMAR A DIOS SOBRE TODO. Eso es simplemente edificar la casa con Jehová.

Si nosotros ponemos a Dios sobre todo, en todo, y para todo. Tengamos la seguridad que estamos construyendo o edificando nuestra casa con Jehová, y entonces no trabajaremos en vano. No perderemos a nadie (espiritualmente hablando), no perderemos nuestros bienes, nuestro trabajo será bendito y prospero, y eso, noshará hombres felices. Meditemos.

sábado, 21 de mayo de 2011

¿Por qué madrugamos para estar con Dios?

Cuando tenemos una pena, una angustia, o cualquier necesidad lo primero que hacemos es alzar nuestros ojos y pedir del cielo una ayuda... pero pronta !!!! Cómo nos cuesta la espera para que esa respuesta llegue, siempre llega, pero la espera nos desespera.

¿Cuál es la razón por la cuál tenemos que esperar cuando clamamos al cielo? La respuesta quizás es tan simple que por ello no la entendemos. Cuando el cielo nos llama ¿Atendemos pronto? Cuando el Señor nos hace sentir que lo busquemos ¿Respondemos, ya mererito Señor o vamos pronto? Cuando Dios quiere que estemos con El ¿Primero terminamos de ver la película que estamos viendo, y luego lo buscamos o vamos inmediatamente?. Si nosotros hacemos esperar al Señor, ¿Cómo pretendemos que EL responda inmediatamente a nuestro clamor? Entendamos de una vez por todas, el Señor es nuestro "ayudador" no nuestro "mandadero". El quiere ayudarnos pero no lo utilicemos como a un empleado. Pidamos, mas no exijamos, y menos cuando no cumplimos.

Para que el Señor nos responda inmediatamente en la angustia, hemos de tener o de hacer algún mérito. El Salmista lo declara de ésta forma: "Mira mi aflicción, y LIBRAME... porque de tu ley no me he olvidado" (Salmo 119:153). Uno de esos llamados prontos, creemos nosotros es madrugar para estar primero con el Señor y luego con los hombres, es por ello que lo practicamos. Meditemos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Lo que no apreciamos... el Señor nos lo quita.

No es difícil encontrarnos en una situación de pérdida de algo o de alguien, y las consecuentes preguntas que vienen consigo ¿por qué a mí? ¿Por que ahora? ¿Pero, qué pasó? ¿Por qué pasó?, etc.

Dios ha demostrado su amor y su misericordia siempre para con el hombre, vea usted en dónde le puso y cómo le puso cuando lo creó. No fue en un ambiente inhóspito, salvaje, alejado, y sucio, sino todo lo contrario, era tan bueno que hasta el día de hoy cuando alguien le quiere decir a usted que visitó un lugar bonito y agradable, le dice: Tenés que visitarlo es un Paraíso. Pero el hombre lo perdió porque no lo supo apreciar. El pueblo de Israel fue puesto en un territorio como no lo hay sobre la faz de la tierra, pero no lo apreció y el Señor lo mandó al cautiverio lejos de esa tierra. Nabal era un hombre provisto de mucha riqueza y una mujer bella, servicial, y tierna, pero no la supo apreciar y perdió todo, hasta la vida.

Nosotros hemos sido previstos de mucho en nuestro entorno, pero si no lo vamos a saber apreciar, tengamos por seguro que el Señor nos lo va a quitar. Mucha riqueza hay en el barbecho del pobre dice la escritura. Barbecho es un terreno con mucha abundancia, pero que se pierde porque el dueño no la sabe cultivar. Meditemos.

jueves, 19 de mayo de 2011

Una de las razones del sufrimiento.

Lo hemos dicho en muchas ocasiones aquí, NADIE que sea una persona cuerda, normal y estable... quiere sufrir. Si encontramos a alguien que desee, que anhele, que busque, que se goce en el sufrimiento simplemente estaremos delante de una persona llamada "masoquista", y, estaremos delante de una persona que no es lo normal en el estandar humano.

Sin embargo, TODOS sufrimos, ¿Entonces?. Bueno, la escritura nos habla en varios pasajes acerca del sufrimiento. A los impíos Dios les dice que su sufrimiento es la "consecuencia" de sus malas acciones; a los creyentes nos dice que hay dos situaciones por las cuales sufrimos, la una es porque también nosotros cometemos errores, y, dichos errores traen sus propias consecuencias. Pero también nos habla, de que hay veces en las cuales estamos caminando tranquilamente hasta que... EL decide tocarnos, hablarnos, prepararnos para o por algo. Vea usted lo que dice el profeta Hageo (2:17): "Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en TODA OBRA DE VUESTRAS MANOS; mas no os convertísteis a mí, dice Jehová".

ES DIOS, o, HA SIDO DIOS, quien ha provocado que en lo que nosotros hemos considerado una vida tranquila, sana, y alejada de problemas y vicios, quien ha permitido nuestras heridas por una SOLA RAZON... quiere que nos convirtamos a EL. EL quiere que seamos suyos solamente. Meditemos.

Una de las razones del sufrimiento.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El día en que hasta los valientes gritarán.

Existe una corriente de prédica últimamente, la cual está haciendo caer en el error a muchísimas personas, gran cantidad de ellas, lamententablemente, se dicen parte de la iglesia de Jesucristo. Pregonan que Dios es "tan" bueno y "tan" misericordioso, que simplemente por su naturaleza es "imposible" que condene al infierno a alguien... es más, suponen que NO hay infierno sino que es un invento.

Simplemente nos parece imposible desde el punto de vista humano, por simple lógica, que una persona pueda abusar de sus empleados; violar la integridad física o moral de otra persona; pegarle de golpes a su esposa; robar, mentir, juzgar con injusticias o por interéses mezquinos; matar; secuestrar, etc. y sólo, porque Dios es misericordioso deje a esa persona sin un justo castigo. No decimos que TODOS los que cometan o cometamos esos errores o pecados DEBEMOS ir al infierno. No, porque para quienes nos arrepentimos sí que existe esa misericordia, a eso vino precisamente el Cristo a morir. Desde los profetas antiguos se habla de ese justo juicio. Sofonías lo dice de la siguiente manera: "Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo, es amarga la voz del día de Jehová, GRITARA ALLI EL VALIENTE" (Sofonías 1:14).

"Día de ira aquél día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta... y atribularé a los hombres y andarán como ciegos... y la sangre de ellos será derramada como polvo... ni su plata ni su oro los podrá librar" continúa diciéndonos Sofonías. No nos confundamos, solamente porque el juicio de Dios ha tardado... no quiere decir que no vendrá sobre quienes no se hayan arrepentido. Y ese día, dice la escritura que: "Hasta los valientes gritarán de dolor". Meditemos.

martes, 17 de mayo de 2011

¿Por qué pecan los grandes hombres de fe?

Uno piensa que si una persona está consagrada a Dios... TIENE que ser perfecta. A cualquier persona se le perdona una mala expresión, un arrebato de cólera, un deslíz, pero no a un hombre de fe.

Ese ha sido el pensar de la humanidad durante toda su historia. Aceptamos que un asesino, que un secuestrador, que un violador, o hasta los políticos, mientan, roben, engañen, sean adúlteros, sean abusadores, etc. Pero con respecto a los hombres de fe, no, ellos DEBEN ser o demostrar perfección. Quizás fue por ello, que Dios nos ha permitido el testimonio de los grandes hombres de fe, en ocasiones pasando el Niágara en bicicleta como decimos coloquialmente. Vemos a un Abraham, adúltero... pero amado por Dios. Vemos a un Noé, borracho (y que no se crea que fue una casualidad ese acto, pues el hombre "se dedicaba al cultivo de la uva")... pero amado por Dios. Vemos a un David, abusando de su condición de líder... pero amado del Señor. Vemos a un Pedro y a un Jacobo, con un carácter del demonio (Jesús mismo los llamó Bonaerges, que significa Hijos del Trueno)... pero amados del Señor.

No estamos "disculpando los pecados de los líderes", y gracias a Dios "tampoco" estamos disculpando ningún pecado nuestro. Lo que tratamos de decir o explicar es el hecho, de que para Dios, no es la situación actual nuestra la que importa sino el final. No importa cómo iniciemos la caminata sino cómo la terminemos delante de sus ojos (no de los hombres). Meditemos.

lunes, 16 de mayo de 2011

El justo vivirá por fe.

Corría más o menos el año 600 antes de Jesucristo, había en Israel un profeta llamado Habacuc, éste miraba horrorizado cómo siendo Dios un Dios tan limpio, tan puro, tan justo, podía permitir que una nación sedienta de mal y de perversidad pasara por encima de una ciudad justa (Babilonia sobre Israel).

Es entonces cuando Dios le da una visión (y sabemos que fue Dios puesto que todo lo que vió, se cumplió), y le da 6 ayes sobre la nación malvada: 1- ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo!; 2- ¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!; 3- Ay del que edifica ciudad con sangre!; 4- Ay del que da a beber a su prójimo!; 5- Ay de tí, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez!; 6- ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate. ¿Podrá él enseñar?. Casualmente, esos mismos ¡ayes! son los que nos están destruyendo hoy en día.

Acerquémonos a Dios en todo y para todo, pues la condición del corazón humano es muy fácil de deteriorarse si no es así. Podremos decir que ¡cómo es posible que alguien cometa semejantes atrocidadez!, pero si no nos acercamos a Dios todos los días... terminaremos cayendo en alguno o en todos ellos. Sólo acercándonos a Dios a diario, podremos vivir como los justos... por fe. Meditemos.

domingo, 15 de mayo de 2011

¿A quién mirará Jehová?

Cuando uno se hace la pregunta ¿Quién es digno de que Dios ponga sus ojos sobre él? Todos, si somos honestos y lo analizamos desde el punto de vista humano, sabremos que NINGUNO.

Pero la pregunta del millón es: ¿Entonces por qué tantos hombres ungidos por Dios en medio de la humanidad?. La razón, o, la respuesta es simple: "La misericordia de Dios es grande". Esa misma pregunta que hoy nos planteamos nosotros, se la planteó en su tiempo el profeta Isaías, y la respuesta que obtuvo de Dios fue: "MIRARE A AQUEL QUE ES POBRE Y HUMILDE DE ESPIRITU, Y QUE TIEMBLA A MI PALABRA" (Isaías 66:2b). Si hay una clave para ser elegido de Dios; si hay una llave que sea lo suficientemente poderosa para abrir el corazón de Dios; si hay una súplica que llegue a lo profundo del alma de Dios... esa es la pobreza y la humildad de un espíritu quebrantado; un corazón y un espíritu que tiemble ante la presencia de Dios. Y, ¿En dónde está la presencia de Dios?. Bueno, más bien debiéramos preguntarnos ¿En dónde NO está la presencia de Dios?.

Insistimos por enésima vez desde ésta ventana, hoy... hoy... hoy que se puede buscar a Dios en la cama, en la casa, en el camino al trabajo, en la oficina, en el avión, en donde sea... busquémoslo. Y hablémosle con pobreza y humildad de espíritu, que EL sabrá escucharnos (no pensemos que nuestro pecado es "tan" grande que por eso no nos va a escuchar, mucho más grande que nuestro pecado... es la misericordia de Dios). Y por eso, es que Dios nos mira. Meditemos.

sábado, 14 de mayo de 2011

Bendición sobre bendición.

"Aumentará Jehová la bendición sobre vosotros, sobre vosotros y sobre vuestros hijos" Salmo 115, verso 14.

¿Quién entre los hombres prefiere ser bendecido él pero no ver bendcido a un hijo? ¿Acaso no somos los padres los que debiéramos de quitarnos el pan de la boca, para que nuestros hijos coman? ¿No es más deseable ver bendecido a un hijo, que ser bendecido uno? y, ¿No es acaso mayor deseo, el ser bendecidos nosotros y ver bendecidos a los hijos?. Pues eso es lo que Dios desea, y ese era el objetivo del salmista cuando nos presenta ese argumento. Pero, ¿Cómo lograrlo?. El salmista nos da la clave: "Jehová, bendecirá a los que TEMEN, a los pequeños y a los grandes". Verso 13. Ese es el gran secreto para ser bendecidos nosotros y nuestros hijos... TEMER a Jehová. Y, TEMER a Jehová no significa "tenerle miedo", sino honrarlo, respetarlo, obedecerlo, seguir sus instrucciones.

Ahora bien, benditos somos desde el momento en que conocemos y tratamos de una forma personal a Dios, pero bendición sobre bendición significa ser prosperados. Pero no porque busquemos la prosperidad (como predican falsamente algunos asalariados), sino como una consecuencia de haber agradado a nuestro Padre Celestial. Meditemos.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Pedid y recibiréis.

A donde usted alce sus ojos encontrará personas necesitadas, unas de consuelo, otras de economía, otras de salud, otras de compañía, y así, todos tenemos alguna carencia diaria. Le tenemos una noticia: ¡Esa no es la voluntad perfecta de Dios para sus hijos!

El deseo de Dios para sus hijos era que tuviéramos todo y de todo, el Edén era un lugar de cielo sobre la faz de la tierra, lastimosamente se arruinó por un detalle: "El pecado". Nuestra vida puede llegar a ser un Edén, si nosotros ponemos todas nuestras fuerzas en el Señor, para que sea él quien venza el pecado por nosotros. Que es más fácil decirlo que hacerlo, eso está claro. Pero con el sólo hecho de que hagamos la lucha, Dios ya se manifiesta en y para nosotros. Jesús les dijo a sus discípulos en Mateo 7:7: "Pedid y recibiréis; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá".

Dios es un padre para nosotros, y así como a un padre terrenal un niño le dice: Papá, me pidieron unos libros en el cole, y ese padre lucha por conseguirlos, así, nuestro Padre Celestial quiere agradarnos también. Así, que, como dice el escritor de Hebreos: "ACERQUEMONOS CONFIADAMENTE AL TRONO DE MISERICORIDA" y la recibiremos. Meditemos.

martes, 10 de mayo de 2011

Destruyendo enemigos.

Una de las razones por las cuales David nos dice en los Salmos que Jehová castigó a su pueblo, fue porque no destruyeron a los pueblos enemigos, y, al no hacerlo, aprendieron sus malas costumbres, sus ritos, sus religiones, sus pecados.

Dice David en el Salmo 106:32-36: "El pueblo irritó a Jehová... e hicieron revelar su espíritu... porque no destruyeron a los pueblos que Jehová les dijo; antes se mezclaron con las naciones, y aprendieron sus obras; y sirvieron a sus ídolos... LOS CUALES FUERON CAUSA DE SU RUINA". Así fue en lo material, el pueblo de Dios fue desterrado de Canaán, y fue cautivo por setenta años en Babilonia... así es en lo espiritual hoy en día. La persona que sigue a los ídolos que "sustituyen" a Dios (entiéndase imágenes, dinero, trabajo, personas, etc), nos hacen padecer el destierro y el cautiverio espiritual y material en nuestras vidas. Esto es lo que se conoce en términos espirituales como una "analogía" de lo material con lo espiritual.

No permitamos que nada sea producto de idolatría, y que esa idolatría nos separe de Dios. El debe ser el primero en todo y en todos, y eso nos permitirá tener una vida tranquila en medio de éste mundo loco, desamorado, desordenado, y corrupto en el que nos tocó vivir. Destruyamos todo lo que Dios considera un enemigo en nuestras vidas. Meditemos.

lunes, 9 de mayo de 2011

Y las estrellas del cielo caerán.

Cuando Jesús les habló a sus discípulos del final de los tiempos, les dió varias de las señales que se verían en esos días. Guerras, hambres, pestes, persecusiones, terremotos, etc.

Pero cuando habló específicamente del acercamiento de su venida dió cuatro detalles que no podemos dejar pasar por alto: Uno, habrá grande tribulación en Jerusalén como no la ha habido ni la habrá jamás; dos, el sol se oscurecerá; tres, la luna no dará su resplandor; y cuatro: las estrellas del cielo caerán. En lo personal tenemos 30 años de andar en los caminos del Señor, en esos 30 años hemos creído, porque así nos lo han enseñado, que todas esas señales serían físicas, pero, dado los acontecimientos de los últimos tiempos, hemos empezado a creer que dichas señales tienen un cumplimiento espiritual más que material. Nos explicamos. Todo aquél que trae la Palabra de Dios a nuetros corazones es como una estrella a seguir para nosotros, de hecho si usted recuerda el nacimiento de Jesús fue por una estrella que los magos fueron guiados a su presencia.

Vista así la situación, nos atrevemos a pensar que los líderes honestos que se nos están adelantando a la presencia de Dios, como el caso del hermano David Wilkerson (fundador de Teem Chalenge), son las estrellas que se caen del cielo y dejan de darnos luz, quizás como una señal de que realmente estamos en los últimos tiempos. Meditemos.

domingo, 8 de mayo de 2011

Prueba o consecuencia.

Muchas personas nos escriben para preguntar ¿Qué será lo que está pasando? ¿Por qué me sucedió esto? ¿Por que será qué? ¿Qué hicimos mal?, son preguntas muy lógicas que uno se hace cuando algo está sucediendo en nuestra vida, y uno cree que todo se salió de control.

Las experiencias personales y ajenas, así como la escritura misma nos dan una respuesta. En ocasiones lo que nos sucede es puramente una "consecuencia" de una mala acción, de una mala decisión, de un error personal que cometimos. Nos están ahogando las deudas porque como ganábamos bien nos metimos a comprar mucho sin planificación... eso es una "consecuencia" de nuestros errores. Pero, si estamos tratando de planificar nuestra vida lo más correcto posible y un accidente, una enfermedad repentidna nos acomete... eso es una "prueba" de Dios para con nosotros. Muchos líderes tienen la mala costumbre de predicar que Dios no prueba a NADIE, nosotros sostenemos la doctrina de que Dios prueba a TODOS. ¿Cómo sabe usted que una marca o que un producto es bueno, si no lo prueba? ¿Cómo sabrá Dios que nosotros tenemos fe, si no nos prueba? El Rey David experimentó una consecuencia cuando tocó a Betsabé en adulterio, pero pasó una prueba cuando Saúl lo perseguía sin haber hecho él algo malo.

En ambas situaciones Dios derrama gracia y nosotros, si nos tomamos de su mano, salimos adelante, pero, volviendo a las experiencias personales y ajenas, podemos declarar que hay más gracia cuando es una prueba que cuando es una consecuencia lo que estamos experimentando. Meditemos.

sábado, 7 de mayo de 2011

En la integridad de mi corazón.

Todos añoramos tener una pareja, un hijo-a, unos padres, y hasta unos amigos "confiables", ¿qué significa eso? Pues simplmente que anhelamos tener a nuestro lado personas con las cuales poder contar en el día de la angustia, y en el día de la alegría.

¿Cómo hacemos para ello? Bueno, los padres y los hermanos nos los da Dios y no hay mucho que podamos hacer, aún y cuando por la gracia de Dios casi todos tenemos padres y hermanos confiables. Pero con respecto a los amigos, a los vecinos, o, a un socio en la empresa, eso sí que depende de nosotros el elegir. ¿Cómo lo hacemos? Pues la escritura nos da un buen consejo en el Salmo 101:2 "En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa, no pondré delante de mis ojos nada injusto". Si luchamos por ser de esa clase de personas, nos costará tanto, padeceremos tanto, que cuando lo estemos intentando NO querremos arriesgar esa lucha cuando se acerque a nosotros una persona que no tiene el mismo ideal.

Ver la integridad en el corazón ajeno, quizás en los días antiguos no era fácil pero hoy en día sí. Hoy en día la persona que está buscando la íntegridad no está buscando riqueza inmediata, no está buscando satisfacerse a sí mismo antes que a su familia, sobresale delante de los demás. Meditemos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Acortar o alargar nuestros días.

Dios es quien tiene el control de cada ser humano, lo creamos o no creamos, es EL quien reina en nuestras vidas y quien permite que nos suceda cada evento en el transcurso de ella.

Dice el Salmo 24:1: "Dios es el dueño de la tierra y de todo lo que en ella habita", y todos sabemos lo que un dueño puede hacer o dejar de hacer en su propiedad. Dice el cuarto mandamiento de la Ley de Dios: "Honra a tu padre y a tu madre, y te irá bien en la tierra y tus días sean prolongados" (Deuteronomio 5:16). Dice el salmista en el Salmo 102 y verso 24: "Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días". Ciertamente Dios tiene un plan para cada persona, pero muchos son los que han sido cortados en su juventud, o antes de tiempo debido a sus propios errores, a la desobediencia a una órden de Dios, o simplemente por imprudencias. ¡Cada acción que una criatura de Dios tome, DEBIERA ser consultada con Dios!. Por actuar según nuestros propios criterios es que cometemos errores, tan graves, que en su oportunidad muchos han perdido la vida material. Saúl es un caso claro (1era. Samuel 28).

Cada día, es uno de los principios que hemos defendido, declarado, y exhortado a diario en ésta ventanita, debiéramos preguntar a Dios ¿Lo hacemos? ¿Es el tiempo? ¿Podemos? ¿Estás de acuerdo? ¿Nos lo permites? ¿Quiéres que lo hagamos?. Meditemos.

jueves, 5 de mayo de 2011

A no ser... por fornicación.

Todo creyente sabe que cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio es hasta que la muere los separe. Pero, como en todo en la vida, hay escepciones. Una de ellas la dijo el mismísimo Jesucristo.

La declaración que uno hace delante del altar es: "Prometo amarte en la riqueza y en la pobreza; en la salud y en la enfermedad... hasta que la muerte nos separe". Pero, Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre sobre ésta tierra, conociendo que hay circunstancias en la vida que nos son ajenas, y, de las cuales no tenemos la culpa, haciendo derroche de amor, misericordia, y justicia, hizo una escepción: "La fornicación" (5:32). Este, es un término que no hemos aprendido bien por la simple y sencilla razón de que no nos lo han enseñado bien. La palabra original griega que Jesús utilizó es "porneia" cuyos significados son: "adulterio, fornicación, lesbianismo, homosexualidad, intercurso con animales, y la idolatría". Cuando usted analiza éstos términos, usted se da cuenta que ciertamente el vínculo del matrimonio es sagrado para Dios, y por esa misma razón es que NO permite que usted siga casado o casada con una persona que cae "neciamente" en éstos pecados.

Aquí vemos, lejos de una salida a la disolución del matrimonio o una contradicción de Dios, su amor y su misericordia al no permiterle a usted estar acostándose con una persona que tiene desviaciones sexuales. Para la educación que hemos recibo esto suena duro, pero es la Palabra de Dios clara y concisa. Meditemos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Necesitamos un guía.

Acabamos de estar en el Hotel San Buena Ventura en el Lago de Atitlán, en Sololá, Guatemala. Es un hotel que tiene aparte del hospedaje, un parque con una serie de distracciones preciosas y emocionantes para ayudar a distraerse a los turistas.

El hotel está construido en una planicie frente a la riviera del lago, pero la montaña que forma parte del complejo la han utilizado para las distracciones, tienen una caminata que llaman "larga" por toda la montaña, la cual incluye nacimientos de agua, cascadas, y puentes colgantes entre barrancos; luego tienen una caminata que llaman "corta", pues solamente cubre media montaña, se pueden apreciar una jaula natural y gigante de monos salvajes, puentes colgantes, y unas cataratas pequeñas; tienen el sendero a la playa que cubre la subida y bajada de dos montañas por un camino lleno de pinos recién sembrados, y en la playa un jardín muy bien cuidado; pero, la sensación del parque es el área que llaman de "canopy", son largos paseos en sogas metálicas y poleas que atraviesan profundos barrancos entre montaña y montaña. Las primeras tres distracciones se hacen por medio de señales y las puede realizar usted sólo, pero la última no. Para la última si usted no solicita un guía, simplemente está prohibido hacerlas por el riesgo de muerte.

En la vida, nosotros podemos (aunque no debiéramos) realizar caminatas en las cuales nuestro propio criterio, nuestro instinto, nuestra intuición, nuestras antiguas experiencias nos pudieran llevar a un felíz final. Pero, en lo espiritual no debe ser así. En lo que a nuestra vida espiritual se refiere, TODA LA VIDA es como pasar sobre profundos barrancos en canopy, y es por ello que necesitamos un guia, pero no uno humano sino uno espiritual, JESUS. Meditemos.

martes, 3 de mayo de 2011

Todos tenemos un aguijón.

Cuando hablamos de que como somos el pueblo de Dios, entonces somos santos, muchas personas incluyéndonos nosotros mismos, esperamos con mucha espectativa un cambio de vida radical en las personas. De hecho es lo que Dios desea hacer en cada uno de nosotros pero poco a poco.

Si alguien que fuma le pidiera al Señor que le quite el deseo por fumar ¡hoy mismo!, el Señor puede hacerlo pero no quiere hacerlo ¿Por qué? Por la sencilla razón de que siendo tan fácil el cambio, lo más seguro es que dentro de un mes vuelva a fumar "creyendo" que es sólo cuestión de volver a orar y el milagro se volverá a realizar. No es así como le gusta al Señor que funcionen nuestras vidas, el Señor quiere una dependencia personal para con EL, es esa la razón por la cual nos hace luchar. Para que en el "sacrificio" de la lucha, aprendamos esa dependencia. Para que estemos concientes de que si nos separamos de EL, volveremos a ser los mismos hombres corrientes, débiles, y pecadores que éramos.

Todos los hombres de Dios han tenido un aguijón, eso debe darnos una esperanza de que el Señor sí nos puede y nos quiere cambiar. Pedro negó al Señor; Tomás no creyó al Señor, Pablo asesinaba a quienes seguían al Señor; Juan y Jacobo tenían un carácter violento, Felipe dudó a las palabras del Señor, y así, todos tenemos algo que nos atormenta pero que el Señor quiere limpiarnos. Meditemos.

domingo, 1 de mayo de 2011

¿Por qué somos llamados santos?

El famoso barco de principios de siglo pasado, Titanic, de todos es conocida su historia, su hundimiento en el viaje de inaguración. Se hundió en las aguas del océano atlántico, y hoy, está a cuatro kilómetros bajo de agua.

Los científicos e investigadores marinos han descubierto en los mares, profundidades cercanas a los once kilómetros. ¿Qué tienen de impresionante esos datos? Pues claro que nos impresiona que si usted está en un barco sobre esas aguas, y deja caer un objeto ese objeto se hundirá once kilómetros para quizás nunca más ser visto o tocado. Bueno lo impresionante es que, dice Dios acerca de sus seguidores: "El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará EN LO PROFUNDO DEL MAR, TODOS NUESTROS PECADOS" (Miqueas 7:19). Vaya usted y trate de recoger un objeto que está dentro del Titanic a cuatro mil metros de profundidad, o, vaya usted y luche por recoger uno de sus pecados, que DIOS ha dejado reposar a once kilómetros de profundidad.

¡Por eso somos llamados Santos!. Porque los pecados y las faltas de las cuales nosotros, y otros nos achacamos y nos achacan... para Dios están a once kilómetros bajo de agua, no se ven, no se pueden tocar. No somos santos porque el hombre nos nombre o nos elija como santos, somos santos porque Dios nos santificó. Meditemos.