lunes, 28 de febrero de 2011

Alzate en contra de mis angustiadores.

¿Quién no se angustia cuando los enemigos lo persiguen? ¿Quién no pierde el sueño cuando tiene enemigos?.

El Rey David tuvo durante sus cuarenta años de reinado a muchos enemigos. Algunos eran muy poderosos, tan poderosos que a pesar que David tenía la certeza que Dios le había puesto por Rey de Israel, y que lo respaldaba en todo, Davir perdía el sueño en ocasiones. Fue por ello que un día escribió: "Levántate, oh Jehová, en tu ira. Alzate en contra de la furia de mis angustiadores, y despierta el juicio que mandaste". Salmoa 7 y verso 6. ¿Qué angustia tan grande tenía David, que siendo tan poderoso tuvo que recurrir a Dios para que lo defendiera?. Esa es la actitud que debemos tomar nosotros siempre. No sentirnos autosuficientes ante la vida, ante los problemas, ante los enemigos ocasionales que tengamos. Recurrir a Dios siempre y en todo es nuestra solución.

El conoce nuestra vida, El conoce los planes del enemigo, por ello, solamente El puede desvaratarlos y darnos liberatad, paz, y por supuesto, una salida airosa de cualquier problema o de cualquier enemigo. Meditemos.

domingo, 27 de febrero de 2011

Y esperaré...

En uno de los tantos días en que David estuvo en aflicción escribió: "Escucha, oh Jehová mis palabras, está atento al clamor de mi voz, porque a tí oraré... Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de tí... Y ESPERARÉ". (Salmo 5:1-3).

¿Cuántas veces no andamos tambíén nosotros en angustias? ¿Cuál será el día de nuestra corta existencia, en que no tengamos un problema o un contratiempo serio? ¿Qué haremos el día del dolor y el luto? David, sabiamente nos aconseja: "Levantémonos de mañana, clamemos a Jehová, pero ESPEREMOS". Ese quizás es nuestro problema mayor. Claro que creemos en un Dios, claro que creemos que es un ser muy superior al hombre, y el cual es no solamente su creador sino también su ayudador... pero cuánto nos cuesta ESPERAR en él.

Dios es nuestro consuelo, nuestro alivio, nuestro guía, nuestro amigo, nuestro Padre. Pero todo lo que desea es que tengamos paciencia cuando le pedimos algo. Quizás los motivos superficiales los entendamos ahora, como aprender a pedir, aprender a recibir, aprender a obtener respuestas, etc. Pero los motivos profundos quizás los entendamos hasta la eternidad. Mientras tanto, seamos pacientes en Dios. Medtimeos.

sábado, 26 de febrero de 2011

Mientras haya oportunidad.

La tarde de ayer, debido a una tormenta fuertísima fuera de temporada, se nos fue la luz en media capital, casi todas nuestras actividades fueron modificadas, pues sin energía eléctrica hoy en día casi no funciona nada en un hogar.

Terminamos la noche meditando a la poca luz de casa, y uno que otro reflejo de personas que tienen en sus viviendas energía solar, o, energía alternativa para casos como el de ayer. Fueron no más de cinco o seis horas sin energía, pero alteraron nuestra forma de vida. Los que tienen energía solar, no sufrieron nada. Los que tenemos algún tipo de energía alternativa, medio la pasamos con lámparas de acampar, lámparas de batería recargable, etc. Pero los que no tenían nada de eso, tuvieron alguna esperanza con velas hasta que éstas se agotaron, luego a dormir. Nos hizo meditar dicha situación en la ocasión en la que Jesús dijo: "Entre tanto que estoy en el mundo, LUZ soy del mundo" (Juan 9:5).

Todo aquél, que hoy, no aproveche la oportunidad de intimidar con Jesús mientras se pueda sufrirá TODOS los problemas que traiga la ausencia de Jesús, serán como aquellos que pronto miran morir sus velas. Aquellos que intimiden un poco más, sufrirán menos los problemas, y sus esperanzas irán un poco más haya pues serán como quienes tienen energía alternativa. Pero, quienes hayan intimidado mucho con Jesús, no sufrirán NADA de la obscuridad que viene, serán como aquellos que tenían energía solar y que todo funcionaba en casa, mientras fuera habra caos. Meditemos.

viernes, 25 de febrero de 2011

Dos maldiciones.

Se ha preguntado usted por qué cada vez que hace su trabajo hay problemas, que si vende un terreno, hace falta un papel que antes no había que tener; que la persona que firma no llega; que al cheque le pusieron mal el año; que el plano hay que renovarlo; que hace falta una medida en la escritura, etc.

Y si una mujer está embarazada, que las naúseas, que los mareos, que los vómitos, que el reposo, que no se puede dormir, etc. ¿Sabe el por qué de tantas molestias en hombres como en mujeres? Pues simplemente porque son dos maldiciones que Dios nos dió a causa del pecado. A la mujer le dijo primeramente: "Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz a tus hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de tí" (Génesis 3:16). La maldición a la mujer fue triple: Dolores múltiples, su deseo (voluntad) estará sujeta a su marido, y, él se enseñoreará de ella. Aunque usted no lo crea: "El primer machista de la historia humana... Dios", como castigo al pecado. Al hombre le dijo: "Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida" (Génesis 3:17). La maldición del hombre fue doble, maldición y trabajo forzado por la tierra, y, angustia en los tiempos de comida.

¿Es usted mujer y se molesta por los dolores de parto, y por tener qué sujetarse a la voluntad de su esposo? Hable con Dios, y que sea él quien la guíe. Es usted hombre y no entiende por qué a cada hora de comida tiene que haber disgusto, y por qué el trabajo cuesta que le rinda frutos. Hable usted con Dios, y que sea él quien le explique. Meditemos.

jueves, 24 de febrero de 2011

Dios es real.

Hoy en día es increíblemente común encontrar personas que no creen en Dios. La gran mayoría sí lo cree, aún y cuando lo viven muy de lejos, pero muchos siguen sin creer en él. Dios fue real ayer, lo es hoy, y lo será mañana. Todo depende de la relación que uno tenga con él para poder sentirlo más a plenitud.

Decimos que Dios fue real ayer porque podemos leer las vidas de Abraham, de Enoc, de Noé, de David, etc. que nos hablan de su relación y de los resultados que tuvieron al comunicarse con Dios. Decimos que Dios es real hoy porque muchos podemos dar testimonio de que hemos estado en situaciones muy pero muy angustiantes, y las respuestas o las soluciones que hemos encontrado a dichas angustias, simplemente no podían venir de una idea humana, tuvieron que venir de alguien muy superior. Y, tenemos fe, precisamente por las experiencias pasadas, de que Dios siga siendo real mañana para nuestros hijos y nietos. El nos dijo: "Yo estaré con vosotros siempre".

La única forma que tenemos para comprobar que Dios es real, es depositando nuestra confianza en él, y entonces, veremos resultados. Es increíble cómo depositamos nuestra confianza en seres humanos todos los días, personas que nos han fallado y que nos fallan, pero nos cuesta depositar nuestra confianza en Dios. Meditemos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Fariseísmo: Cuando las leyes del hombre están por encima de las leyes de Dios.

Llegado el tiempo en que Jesús había de morir, nos narra la historia que Judas el discípulo traidor, fue con una fuerte guardia a tomarlo preso. Luego de que se hiciera así, Jesús fue llevado a la casa de Anás y de Caifás, primeramente. ¿Por qué Jesús es llevado a la casa de los religiosos, en lugar de ser llevado a una prisión, si estaba siendo tomado como prisionero?(Juan 18:13).

Simplemente, porque la muerte de Jesús fue una conspiración religiosa que se disfrazó de conspiración política. Vea usted los acontecimientos: Uno, es tomado prisionero por la guardia de los religiosos, no por la guardia romana (Juan 18:3). Dos, es llevado como último recurso al Pretorio, lugar de reunión romano, lugar al que dicho sea de paso los religosos no entran para no "contaminarse" (Juan 18:28). En otras palabras, para los fariseos era menos pecado conspirar por la muerte de un hombre, que poner los pies en un lugar gentil. Tres, los religiosos claman porque "entre ellos" hay una ley que les permite "condenar" a un hombre, pero no les permite "matarlo personalmente", así, le pasan la braza a quienes sí tienen costumbre de hacerlo, los militares romanos (Juan 18:31).

Hoy, muchos creyentes vivimos bajo esas mismas condiciones religiosas, TENEMOS NUESTRAS PROPIAS LEYES, bajo las cuales nos permitimos condenar a alguien, pero, como esas mismas leyes no nos permitan matarlo, entonces le endozamos el señalamiento y la condenación a otros. No permitimos que muchos conozcan a Dios, porque lo que mostramos de él, son solamente sus juicios, sus rechazos, sus leyes, pero no mostramos su bondad, su amor, su misericordia, su deseo de perdonar a quienes quieren ser perdonados. Olvidándonos así, de que una vez nosotros también estuvimos del lado que hoy señalamos y condenamos. Meditemos.

martes, 22 de febrero de 2011

La corta línea del tiempo.

Nuestra generación ronda los sesenta años, la de nuestros hijos ronda los treinta. En apariencia ¿Quién tiene menos tiempo de vida? La lógica nos dice que nosotros. Sin embargo, estamos viviendo, especialmente en latinoamérica, tiempos de mucha violencia, de mucha corrupción, de mucha tribulación. Eso, hace una diferencia y muy grande.

En tiempos de nuestros abuelos las enfermedades asomaban su cabecita a los cincuenta, sesenta, y en algunos casos a los setenta años. A nosotros nos asomaron a los cuarenta y cincuenta. De la generación que hoy tenemos sesenta años, es difícil encontrar a alguno de nosotros sin una dolencia. Nuestros hijos están padeciendo enfermedades a los veinte y a los treinta. Conclusión, la línea del tiempo se nos está reduciendo y mucho. Pero, a qué viene toda ésta loca reflexión. A que sólo porque alguien tiene treinta años, no implica que vaya a vivir más que aquellos que tenemos sesenta. Pues si el de treinta va a vivir treinta y cinco, solamente tiene cinco años por delante. Mientras que si el que hoy tiene sesenta y va a vivir setenta, le quedan diez.

Si hoy tuviéramos que entregar cuentas con Dios (porque lo hay, aún y cuando mucha gente lo niegue). ¿Qué cuentas entregaríamos? ¿Qué legado le dejamos a nuestra familia? ¿Qué ejemplo dimos a los nuestros? ¿Qué herencia espiritual les dejamos? ¿Querrá alguien ser como nosotros fuimos? ¿Habremos vivido o solamente habremos sobrevivido todos éstos años? Meditemos.

lunes, 21 de febrero de 2011

Y todo lo que pidíereis al Padre, os lo dé.

Cuando Jesús estaba en las postrimerías de su ministerio sobre la tierra, juntó a sus discípulos para darles algunas indicaciones: "No os separéis, hasta que venga sobre vosotros el Espíritu Santo"; "Permanced en oración"; pero hubo una declaración de Jesús que impactó la vida de los discípulos, y que debiéra impactar la nuestra: "NO ME ELEGISTEIS VOSOTROS A MI, SINO YO OS ELEGÍ A VOSOTROS...PARA QUE TODO LO QUE PIDIEREIS AL PADRE EN MI NOMBRE, EL OS LO DE" (Juan 15:16).

La pregunta entonces es: ¿Por qué muchos creyentes permanecemos en Jesús, y oramos y oramos, y pedimos y pedimos, pero por lo que oramos y por lo que pedimos... no se cumple,o simplemente, no llega? Bueno, como toda enigma del hombre, la respuesta está en las escrituras mismas. Uno, usted puede estar pidiendo que su hijo o su hija dejen de fumar, pero, y si su hijo o su hija ¿NO desean dejar de fumar?. Dios no obliga a nadie, lo que sí hace es convencer a todos los que le siguen ¿cómo?, pues generalmente con angustia, con enfermedad, con aflicción. ¿Se ha fijado usted quiénes son las personas más entregadas a Dios que usted conoce? No son acaso las que más han sufrido, y en medio de ese sufrimiento han visto grandemente la mano de Dios?.

Otro aspecto importante lo dijo Santiago (el hermano de Jesús) en su epístola: "Pedís y no recibís, porque pedís mal, pedís para GASTAR en vuestros deleites" (Santiago 4:3). No es lo mismo que usted pida un techo que necesita, a que usted pida una mansión; no es lo mismo que usted pida un esposo, a que usted pida un príncipe azul; no es lo mismo que usted pida un carro a que usted pida un Mercedes Benz. Conformémonos con lo necesario y veremos cómo Dios nos da más que suficiente y hasta para compartir. Meditemos.

domingo, 20 de febrero de 2011

Lo que YO hago tú no comprendes... ahora.

Antes de que se celebrara la fiesta de la Pascua en la cual el Señor iba a ser entregado, juntó a sus discípulos y cenó con ellos. Y, mientras cenaban, Jesús hizo algo extraño, se levantó, se ciño una toalla en la cintura, tomó agua y lavó los pies de sus discípulos. Dice la escritura que ellos NO ENTENDÍAN el por qué (Juan 13:15).

Pedro, que siempre demostró ser impetuoso se atrevió a preguntarle acerca del asunto, y Jesús le respondió: "Pedro, lo que yo hago, tú no lo comprendes AHORA, mas lo entenderás después" (Juan 13:7). Así sucede en nuestras vidas, casi en todas las ocasiones en el que Señor está tratando con nosotros algún tema, simplemente NO ENTENDEMOS SUS TRATOS, pero los entendemos después de que pasa la tormenta. Quizás sea porque en el momento estamos atormentados y ello nos entorpece; quizás sea porque Dios lo permite para que aprendamos mejor una lección; quizás sea porque es el justo premio a lo que hicimos mal; no importa el motivo, lo que sí importa es que, después de que pasa la angustia, si permanecemos unidos a él... siempre entendemos lo que él quería de nosotros.

Probablemente hoy estamos en esa situación en que NO ENTENDEMOS EL POR QUE, O EL PARA QUE en nuestra vida. Pero, si permanecemos en él, tarde o temprano esa angustia pasará y los propósitos de Dios se habrán cumplido en nosotros. Luego de lo cual tenemos que testificarles a otros... que vale la pena seguir a Jesús. Meditemos.

sábado, 19 de febrero de 2011

Te creo Señor.

Jorge necesita una chamarra y acude a Carlos, y Carlos se la presta; Jorge necesita un consejo y acude a Carlos, y Carlos le pone atención; Jorge necesita un vehículo y Carlos se lo presta incondicionalmente. ¿La próxima vez que Jorge necesite algo, a quién cree usted que acudirá?

Carlos, con cada "necesidad" que ha tenido Jorge, ha tenido la oportunidad de hacer que Jorge "crea y confíe" más en él. ¿No es eso acaso lo que nos pasa con Dios? No es pues en cada "necesidad" cubierta por Dios, el momento en el que nuestra fe, nuestra confianza, crecen en Dios?. Pero, si andamos creyendo y predicando que como somos "príncipes" porque somos hijos del "Rey", no PODEMOS tener escasez, necesidad, limitación, enfermedad, frío, hambre, falta de trabajo... ¿Cómo podrá Dios mostrarnos que es confiable? ¿Cómo nos dará en abundancia, si no padecemos escasez; cómo cubrirá nuestra necesidad, si no la tenemos; cómo ampliará nuestra vida, si no hay momentos de estrechéz; cómo nos curará, si no estamos enfermos algún día; cómo nos quitará el frío, si no lo padecemos; cómo nos dará trabajo, si no estamos desempleados?

Dios permite en la vida del creyente "lo que nosotros creemos son problemas" ¿Para qué? Para poder él mostrar lo que es capaz de hacer, y, como hemos predicado en otras ocasiones... siempre o casi siempre llega tarde. ¿Para qué? Para demostrarnos que cuando el cuerpo ya tiene cuatro días de muerto y apesta (Lázaro)... entonces hacer un milagro. Y nosotros podamos decir: Te creo Señor. Meditemos.

viernes, 18 de febrero de 2011

Siembra y cosecha.

viernes 18 de febrero de 2011

Conocemos a un hermano en la fe a quien el Señor le permitió obtener un terreno relativametne grande para construir su casa. Este hermano dispuso contruir una casa pequeña con el objeto de tener suficiente terreno para sembrar y cultivar.

En su terreno hay árboles de aguacate, de limón, de naranja, hay tablones de papa, de pimiento, de tomate. Ha sembrado también matas de especies de varias índoles, y yerba buena, huisquiles, etc. ¿Cuál es el resultado de tanta siembra? Bueno, que casi la mayor parte del año, éste hermano, no compra limones, no compra aguacates, no compra especies, no compra algunas verduras, y es más, en tiempos de cosecha hasta comparte con la familia y algunos amigos. Eso, y nada más que eso, hace todo aquél que cuando Dios lo bendice, comparte de sus frutos económicos con los necesitados, con el indegente, con la viuda, con el huérfano, con el niño de la calle que está desvalido y desprotegido. Con el hermano que está junto a él en la iglesia, pero que a pesar de sus esfuerzos, no tiene lo suficiente.

El que siembra cosecha, tarde o temprano, pero cosecha. Hay años en que las cosechas son abundantes, hay años en que las cosechas son limitadas... pero de algo podemos estar seguros, cuando Dios está en los asuntos de los hombres SIEMPRE hay cosecha. No nos olvidemos de compartir y de ser justos, no importando si nuestra cosecha es abundante o es limitada. Dios siempre nos proveerá. Meditemos.

Los sacerdotes todos eran elegidos.

jueves 17 de febrero de 2011

Para nosotros la palabra "sacerdote" solamente nos hace pensar en "cualquier" persona con tendencias religiosas, que estudia, se prepara, y luego ejerce la tarea de sacerdote. Pero originalmente no fue así.

El sacerdocio lo instituyó Dios mismo cuando le dijo a Moisés que ungiera a Aarón su hermano como el primer sacerdote de la historia (Exodo 28:3), aún y cuando, vemos que Melquisedec es llamado sacerdote muchos años antes. Luego de la investidura de Aarón como sacerdote, vemos cómo Dios le dice a Moisés que solamente los "hijos" de Aarón serán los sacerdotes del pueblo de Dios...por todas sus generaciones (versos 4-5). Años más tarde, cuando Jesús le explica a Juan la "revelación o apocalipsis de los tiempos", le dice que TODOS los que aceptamos que su sacrificio de sangre es suficiente para perdonar nuestros pecados, y le seguimos... SOMOS REYES Y SACERDOTES PARA DIOS, SU PADRE (Apocalipsis 1:6). En otras palabras, todos los creyentes en Cristo somos llamados y "elegidos" a ser sacerdotes.

Si es así, entonces vivamos como sacerdotes, preparémonos como sacerdotes, instruyámos a nuestros hijos como sacerdotes. Hemos tomado a la ligera el servicio sacerdotal, ya sea por ignorancia o por negligencia, pero nunca es tarde para empezar a ejercerlo. Los nuestros lo agradecerán, y sobre todo, agradaremos a Dios. Meditemos.

Los propósitos de Dios.

martes 15 de febrero de 2011

María y Marta ven muy enfermo a su hermano Lázaro, lo primero que piensan después de haber visto durante años la forma de vida de Jesús, y el amor que les tenía a los tres como familia, es llamarlo de urgencia. "El", puede salvar a nuestro hermano, piensan.

Pero cuando trasladamos nuestros ojos a la escena en donde está Jesús, lo vemos muy tranquilo escuchando: "Señor, el que amas está enfermo" (Juan 11:3). Lo primero que uno piensa es, Jesús dejará TODO lo que está haciendo, se arremangará la túnica, y saldrá corriendo para auxiliar al amigo amado. Sin embargo, lo vemos con toda calma hacer una "primera" pausa de DOS DIAS en el lugar en donde estaba (verso 6). Y, como si fuera poco cuando al FIN decide moverse, no va directo a la casa de Lázaro sino se queda esperando en la entrada de la aldea (verso 30), hasta que María llega a decirle personalmente que para qué, que ya no es necesaria su ayuda, que Lázaro había muerto (verso 32). Pero en todo esto que nadie entendía, había un plan... el milagro.

Eso mismo nos sucede a nosotros, cuando tenemos angustias, cuando tenemos limitaciones, enfermedades, etc. clamamos a Dios y esperamos que se amarre la túnica, que salga corriendo porque el que "ama" está necesitado. Sin embargo, él "casi siempre se tarda" ¿por qué? Porque tiene un plan... un milagro para nosotros. Meditemos.

lunes, 14 de febrero de 2011

¿Quién dió la orden de ejecutar a Jesús?

Jesús iba por toda la región de Judea en el sur, Samaria en el centro, y Galilea en el norte de Israel haciendo milagros, haciendo grandes señales, predicando como quien tiene autoridad, esto es, sabiendo y cumpliendo lo que decía. Es más, iba en las tres regiones SACANDO a las gentes de la sinagoga para hacer que se congregaran en casas (vea Juan 10:1-6).

Estaba predicando una "doctrina" diferente a la ley que predicaban los sacerdotes, él mismo lo decía: "Mi didache (o doctrina), no es mía sino es del que me envió". Les estaba quitando su negocio a los religiosos. Estaba sacando a las ovejas de las singogas a un ritmo de tres mil ó de cinco mil por día. Visto el panorama de ésta manera, es Caifás, el Sumo Sacerdote por aquellos días, quien dice: "Si le dejamos así, TODOS creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación... ¿No nos conviene acaso, que mejor muera un sólo hombre por el pueblo, y no que toda la nación perezca?". Fue aquél "famoso" representante de la clase religiosa, aquél que debía de ser el principal promotor del Hijo de Dios que venía a SU casa, a SU pueblo, a SU templo, el que dió la sentencia y la orden para que Jesús, el Cristo, fuera preso y muerto haciéndolo pasar por un conspirador ante la clase gobernante romana (vea Juan 48-51).

Cuando Jesús el Cristo venga otra vez, será exactamente igual. Los religosos que no tengan una relación íntima, personal, y directa con el Hijo de Dios. Verán sus imperios amenazados, verán su medio de vida en peligro, y serán ellos, quienes en contuvernio con el gobierno secular... TRATEN de aniquilar otra vez al Cristo, solamente que en ésta ocasión no lo lograrán. Meditemos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Queremos VER a Jesús.

Estamos viviendo una época de la historia un tanto extraña. Nunca antes como ahora, quizás por los medios de comunicación, quizás porque las gentes nos atrevemos más, pero nunca como ahora, repetimos, se habla tanto del cristianismo y de Cristo.

Pero, es muy lastimoso que en la gran mayoría de casos, solamente hablamos de ser cristianos, hablamos de Cristo, hablamos de Su evangelio pero realmente NO LO ESTAMOS VIVIENDO. Hoy, cuando enfrentamos problemas hablamos de Cristo, suplicamos a Cristo, clamamos a Cristo... pero, y cuando pasan las angustias, las aflicciones, los momentos difíciles... ¿seguimos hablando de Cristo?, y, les decimos a los demás que en la situación en que nos encontrábamos SOLO Cristo nos pudo sacar. Dar testimonio de lo que Cristo Jesús hizo para nosotros, por nosotros, en nosotros, es una de las mejores formas de demostrarle nuestra gratitud por lo que hizo, hace, y hará por y para nosotros.

No seamos de los que mencionan a Cristo Jesús sólo cuando hay momentos de angustia. La gente del mundo YA ESTA CANSADA DE OIR DE CRISTO... la gente del mundo lo que quiere es VER a Cristo. Y, solamente lo verá en la medida en que nosotros lo mostremos con nuestra forma de vida. Meditemos.

sábado, 12 de febrero de 2011

La transición siempre es difícil.

Llamamos transición a ese "período de tiempo" que transcurre cuando hay cambios en algo o en alguien. Por ejemplo, en éstos días hay una "transición en Egipto", ¿por qué? Pues porque cae un gobierno y asume otro.

El punto al que nos queremos referir es éste: "Todo cambio trae dificultades". Hoy, en la nación egipcia inicia una serie de dificultades porque las personas que vienen definitivamente tienen pensamientos "diferentes" a los que salieron. Eso no es nada nuevo. En Israel hace dos mil años también hubo un periódo de transición que fue difícil. Imagínese usted el escenario: Dos mil años de funcionamiento de la Ley Mosáica, dos mil años en los cuales la clase religiosa había impuesto cargas a las ovejas que ellos mismo no podían llevar; dos mil años en los cuales la clase religiosa dominaba a las ovejas con temor y temblor; dos mil años en que la clase religiosa impuso ritos, normas, y dogmas que Moisés no había impuesto. Y luego, viene alguien que ni estudió con ellos, que no caminó con ellos, y, encima, que no piensa como ellos, que no hace como ellos, pero que predica con autoridad, y esa autoridad, hace que le sigan multitudes que inician a ver a los religiosos como un hato de aprovechados de la religión.

Tres años y medio de transición... y difícil. Ahora, las personas eran más importantes que los ritos; ahora, no había que cumplir por temor sino por amor; ahora, no eran arriados sino guiados; ahora, toda carga no debían llevarla ellos sino dejársela al pastor de las ovejas; ahora, se anunciaba libertad y no esclavitud. Tres años y medio que no pertenecían al Antiguo Testamento pero que aparentaban no pertenecer al Nuevo Testamento, aún y cuando, eran su inicio. Meditemos.

viernes, 11 de febrero de 2011

Y Jesús lloró.

Nos narra el verso más corto de la biblia lo siguiente: "Jesús lloró" (Juan 11:35).

Esta escena se realizó frente a la tumba de Lázaro, y fue cuando éste llevaba ya cuatro días muerto y enterrado. Todos dijeron, pero qué va a hacer Jesús, si éste ya apesta después de tanto tiempo muerto. Pero nos dice la escritura que Jesús, parado frente a la tumba de Lázaro: Lloró. Casi toda la cristiandad creemos, en éste pasaje, que Jesús lloró por la tristeza de haber perdido a Lázaro. Pero, ¿qué si nos ponemos a pensar que Jesús no lloró por Lázaro, sino por todos los que estaban allí y por nosotros, incrédulos, que no hemos llegado a comprender que Jesús es la vida. Y que, aún y cuando, estuviésemos muertos en vida o muertos en un sepulcro, igual, él es capaz de darnos vida espiritual eterna?

No será acaso, que todos los días cuando dudamos del poder de Jesús, lo hacemos llorar. No será acaso que cuando pensamos que no nos quiere o no nos puede sanar, lo hacemos llorar. No será que cuando pensamos mucho en qué comeremos y qué vestiremos, cuando él alimenta aún a los cuervos inmundos, lo hacemos llorar. No será que nuestra falta de fe en lo que él es capaz de hacer, lo hace llorar aún hoy en día. Meditemos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Los elegidos de Dios.

Mucho se podrá hablar de si los hombres somos "robots" en las manos de Dios; que si el plan de Dios incluye personas que utilizan o no su "libre albedrío"; que si el libre albedrío del hombre afecta o no el plan de Dios; que si es el "destino" o no el que fija los hechos de los hombres, etc.

Pero, lo que no podemos negar es que al revisar la historia del pueblo de Dios, entendiéndose por pueblo de Dios a los judíos del Antiguo Testamento y a la iglesia del Nuevo, es que Dios y solamente Dios ha designado "a dedo" a personas para determinadas funciones o trabajos. ¿Quién decidió que fuera Abel el muerto y no Caín? ¿Quién designó que fuera Enoc quien caminara con él, y no Nimrod? ¿Quién designó que fuera Noé, y no otro el que lo adorara? ¿Quién designó a Abraham para ser el padre de los creyentes? ¿Quién decidió que entre siete hermanos fuera David el elegido? ¿Quién decidió que fuera Pablo y no Pedro el titán del Nuevo Testamento? ¿Quién decidió que entre los doce, fuera Judas el traidor? ¿Quién decidió que nosotros le conociéramos como a un padre y no solamente como a nuestro creador?

Dios tiene elegidos, si lo creemos o no, si lo aceptamos o no, no importa mucho a los ojos de Dios. De todas maneras sus planes se van a cumplir. Creemos que lo que nosotros debemos hacer, más que ponernos a cuestionar sus planes, o, a dilucidar cuál es su plan, es incarnos y dar gracias por TODO lo que nos ha dado y nos piensa dar. Vivamos como es digno del evangelio y lo agradaremos. Meditemos.

martes, 8 de febrero de 2011

¿Qué era lo que predicaba Jesús?

A pensado usted ¿Qué era lo que predicaba Jesús que descomponía tanto a los religiosos? ¿Cuál era el motivo por el cual no lo apoyaron? ¿Por qué fue rechazado?

Jesús nunca estudió con los religiosos, vea usted el verso 15 del capítulo 7 de Juan, en donde los religiosos preguntan: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?. Todos los religiosos habían pasado por una escuela en donde les enseñaron la Ley de Moisés, pero, NO ERA LO QUE JESUS PREDICABA, él mismo se los dice: "Mi doctrina (didache, no Torá) no es mía, sino del que me envió" (Juan 7:16). Jesús predicaba otra palabra distinta a la que predicaban los religiosos, esa fue una de las razones por las que no lo aceptaron. Otra razón por la que no lo aceptaron era porque Jesús vino a decirle al pueblo que: "Hagan lo que ellos DICEN, pero no lo que ellos HACEN" (Mateo 23.3). Y, por último, Jesús fue rechazado por los religiosos porque simplemente vivían DE la religión en lugar de vivir PARA la religión. Es más, Dios no hizo una religión con la Ley de Moisés, sino quizo hacer un sistema de vida, pero ellos, por conveniencias económicas lo convirtieron en religión.

Jesús vino a decirles a los religiosos que simplemente habían convertido el "negocio de Su Padre, que era ganar almas; en su propio negocio, que era ganar dinero" (vea todo Mateo 23). Jesús está interesado en nuestras almas, y eso, es lo que desea ganar de nosotros. Nuestras ofrendas, nuestros diezmos, nuestras dádivas... eso, vendrá por añadidura, y en su justa medida cuando estemos caminando con él. Meditemos.

lunes, 7 de febrero de 2011

No seáis ásperos.

En el libro de los Colosenses en el capítulo 3 y verso 19, Pablo nos recomienda a los maridos: "No seáis ásperos con vuestras esposas". La palabra áspero en uno de sus significados en nuestro idioma castellano expresa: "desapacible al oído, al gusto, o al tacto". Desapacible singinifica "sin paz".

Uno de nuestros pasatiempos personales es trabajar la carpintería, de hecho, con el tiempo, hemos ido arreglando nuestra pequeña casa de la montaña para irla convirtiendo en una imagen vaga de lo que es una verdadera cabaña. Pero en ése camino nos hemos dado cuenta que la madera rústica tiene que ir siendo tratada poco a poco y con más esmero en cada paso para que de rústica, de áspera, de natural... pase a ser una tabla o un tablón en donde un niño pueda recostarse o sobarse sin ser lastimado por una astilla. Así de ásperos, somos los hombres con nuestras mujeres, sean éstas madres, esposas, hermanas, hijas, nietas, etc. si NO DEJAMOS que el Señor nos tome de la mano y nos guíe.

Si el camino lo tomamos solos, vamos a ser ásperos con nuestras mujeres. Si el camino lo llevamos con el Señor, él nos hará tiernos, él nos enseñará a tratar a las mujeres como él nos trata a nosotros. Y, la pregunta es. ¿Nos trata ásperamente Dios a nosotros? Meditemos.

domingo, 6 de febrero de 2011

Señor, auméntanos la fe.

Existen personas que lo relacionado con Dios no tiene nada que ver con ellos, pero, a los que nos interesan los negocios de Dios, sí. Y, en ese sentido todos queremos tener más fe cada día.

El problema es que queremos tener la fe como queremos tener mucho de éste mundo, esto es, sin esfuerzo alguno. Pensamos que es cuestión de decir: Señor, quiero fe y pun... ya vino. Como aquellas personas que dicen: Quiero tener paciencia PERO AHORITA. Todo en ésta vida tiene un precio, y la fe no es algo aislado de ese pensamiento. Vamos a acrecentar nuestra fe cuando estemos en escacez y el Señor nos provea; vamos a acrecentar nuestra fe cuando estemos enfermos y el Señor nos sane; vamos a acrecentar nuestra fe cuando estemos solos y el Señor nos consuele; vamos a acrecentar nuestra fe cuando tengamos carencias que el Señor supla. Pero, si nos reusamos a tener escacesez en nuestra vida, si nos reusamos a estar enfermos, si nos reusamos a estar solos, y si nunca tenemos carencias.... entonces... ¿cuándo el Señor va a poder mostrar sus fortalezas?

No temamos a lo que la vida nos pueda presentar por delante, son pruebas que tenemos que ganar para acrecentar nuestra fe. Alguien que fue a la universidad se quejaba de "tanto" examen, porque él llegó allí para ser un profesional no para estar pasando exámenes. Pero, si no gana los exámenes la pregunta es ¿ganará un juicio siendo abogado? ¿sanará a un paciente siendo médico? ¿construirá un buen edificio siendo ingeniero? si no es probado antes... Meditemos.

jueves, 3 de febrero de 2011

La diferencia entre el valiente y el cobarde.

Siempre, y especialmente en éstos tiempos, hay personas que creen que el valiente es aquél que carga una pistola en la cintura y que no mide las consecuencias si es necesario sacarla para disparar. En el lejano oeste esa era la ley, el más rápido era el más valiente.

En términos bíblicos una persona valiente es aquella que se atreve, aquella que acepta los retos, aquella que lucha por sus ideales y que no descansa hasta lograr la virtoria, o, al menos, haber hecho su mejor esfuerzo. Pues hemos de decir que ser valiente y alcanzar la virtoria no implica, necesariamente, que el resultado sea el que uno se propuso. Nos explicamos, usted puede tener un pariente enfermo de cáncer terminal, servirlo, atendendo, desvelarse con él, darle de comer, asearlo, darle sus medicinas... y luego irlo a enterrar porque la enfermedad se lo llevó. Usted no lo cuidó para llevarlo al cementerio, usted lo cuidó con toda la esperanza del caso para que estuviera bien y de ser posible se sanara, pero el que muriera no implica que usted fracazara. Usted es un triunfador, es un valiente, porque luchó, hizo el intento, y en ese intento, su mejor esfuerzo.

La diferencia entre el valiente y el cobarde es que, el cobarse quiere morirse durante la prueba para no pasarla, para no tener que sufrir, para no tener que luchar. El valiente se quiere morir cuando ya ganó, cuando ya sufrió, cuando ya hizo lo que tenía que hacer. Pablo se quería morir no cuando estaba preso, sino cuando estaba en la plenitud de sus poderes en el Espíritu Santo. Atrevámonos a ser valientes, puesto que si tenemos a Dios con nosotros SI SE PUEDE. Meditemos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Antes de y depués de.

Los hitoriadores han dado en dividir la historia en antes de Cristo y después de Cristo. Creyentes y no creyentes manejan sus días y sus vidas a la luz de éste pensamiento, y nadie, en todo el mundo lo hace de otra forma (al menos en el mundo civilizado).

Toda persona tiene también un antes y un después de haber tenido un encuentro personal con Cristo. Ya sea que se conozca, acepte, y siga a Cristo o no, su vida cambia de allí en adelante. Esto no es nada nuevo pues nosotros podemos ver cómo, cuando los doce apóstoles conocieron a Cristo, lo aceptaron, y caminaron con él por tres años y medio... NUNCA fueron los mismos. Acuérdese usted de aquellos hermanos pescadores Juan, Jacobo, Pedro y Andrés. Personas sencillas, sin estudios, de pocas y escazas palabras, luego de que Nuestro Señor ascendiera al cielo, se volvieron elocuentes, por unción del Espíritu Santo hablaban en varios idiomas (eso fue el don de lenguas, no hablar palabras incoherentes que NADIE entiende)(vea Hechos 2:7-11 en donde personas de más o menos 18 nacionalidades distintas escucharon SU idioma o dialecto de parlantes judíos).

Eso espera Cristo de nosotros, que seamos diferenes luego de conocerle. Quiere que le aceptemos, y por supuesto, quiere que le sigamos. Entonces él hará de nosotros personas útiles, elocuentes, con un tipo de vida diferente a la del mundo. Una vida que de vida. Meditemos.

martes, 1 de febrero de 2011

Levantando altares.

Abraham, aquél que la escritura nos dice que es el Padre de la fe, el Padre de los creyentes porque le creyó a Dios cuando Dios le habló, y dejó su tierra, su parentela, y fue a una tierra desconocida por pura fe. Ese Abraham, después cuando lo estudiamos en las escrituras vemos que su cualidad era levantar altares.

A donde Abraham llegaba juntaba unas piedras y ese era su nuevo altar. Muchos años después cuando la nación de Israel fue formada, se creó una clase sacerdotal que poco a poco se fue volviendo religiosa en lugar de espiritual. Fue esa clase sacerdotal aquella que dispuso que sólo en el templo se podía adorar a Dios; fue esa clase sacerdotal la que le impuso al pueblo cargas que ni ellos mismos llevaban; y, fue esa misma clase sacerdotal aquella que, cuando el Hijo de Dios vino para salvar al mundo, como Dios lo había anunciado por medio de sus profetas... simplemente en lugar de ser ellos quienes lo presentaran al mundo, fueron ellos quienes conspiraron para matarlo. Acción, que dicho sea de paso se volverá a repetir en el final de los tiempos (vea Mateo 24:1-5 y lo confirmará).

Jesús, cuando habló con la samaritana en el pozo de Sicar, un pozo que había hecho Jacob el nieto de Abraham, le expuso la misma idea: "La hora viene cuando ni en éste monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre" (Juan 4:21). Levantemos altares en donde estemos, en nuestro dormitorio, nuestra sala, nuestro jardín, la habitación de un hotel, un avión, etc. Dios quiere que le llamemos para visitarnos. Meditemos.