miércoles, 31 de agosto de 2011

Es difícil entender los caminos de Dios.

Dios es tan inmensamente grande, sabio, misericordioso, justo, virtuoso, etc. que para el hombre siendo tan finito le es muy difícil entender sus caminos, sus decisiones, sus propósitos. Quizás por ello es que El mismo nos incita a que le busquemos todos los días y a toda hora, para que así, algo le hayamos conocido y entendido durante nuestra estancia tan pasajera en éste mundo.

El hecho de no entender qué es lo que Dios está haciendo o planificando para nuestras vidas, no nos debe intimidar ni debemos permitir que sea un arma del enemigo para que nos incline a que tiremos la toalla. Imagínese usted el hecho de que los discípulos convivieron con Jesús tres años y medio, dormían en donde él dormía, comían tres tiempos con él, pasaban el día caminando de un lado a otro junto con él VIENDO sus MARAVILLOSAS obras, y luego de todo ese tiempo y de todo ese convivir diario, Jesús les dice antes de la santa cena: "Lo que yo hago ahora ustedes no lo entienden", no sé a usted pero a nosotros nos da alivio. Con razón también oró: "Padre, no sólo te pido por éstos (los discípulos) sino también por los que han de creer por éstos... sin haberme visto" (Juan 17:20). ¡Qué alivio! ¡Qué bendición que Jesús pensó en nosotros! Y, por si fuera poco vea cómo terminó la primera frase que comentamos: "...pero lo entenderán después" (Juan 13:7).

Qué amor tan grande nos ha tenido siempre Dios, que por medio de su Hijo nos hace saber que TODO lo que nos acontece tiene un propósito, y es, siempre, un propósito bueno. Lo que estemos viviendo hoy, lo que nos esté aconteciendo hoy, no importa si no lo entendemos o no ahora, nuestro consuelo debe ser: "que no sólo tiene un final felíz, sino que terminaremos entendiéndolo mañana". Meditemos.

martes, 30 de agosto de 2011

Cuando la hipocrecía campea.

Desde que Jesús inició su ministerio su prédica era diferente a la de los religiosos, esa fue una de las razones por las cuales los había disgustado al extremo, tanto así, que idearon un plan para arrestarlo y luego eliminarlo. No fue, como erróneamente se ha contado a otras generaciones, que el "pueblo" judío asesinó a Jesús. Fue la "clase religiosa" judía quien lo hizo.

La muerte de Jesús lo hemos dicho en mensajes anteriores, fue un complot religioso disfrazado de problema político. Los religiosos habían hecho de los negocios de Dios sus propios negocios... "No vivían para predicar, predicaban para vivir". Esa situación Jesús la vino a exponer; Juan el Bautista la expuso como precursor de Jesús; los discípulos la expusieron; y finalmente Pablo la expuso. Fue tan grande el problema que tanto Juan el Bautista, Jesús, los discípulos, y finalmente Pablo fueron perseguidos hasta la muerte por dicho problema. El fuerte de la clase religiosa fue, ha sido, y será siempre "la hipocrecía". Mírelo usted cómo lo expone Jesús: "Hagan lo que ellos (los religiosos) dicen, pero no hagan lo que ellos (los religiosos) hacen" (Mateo 23:3). Pero si desea comprobar la esencia de la hipocrecía religiosa, lea el pasaje de Juan 19:7 en donde los religiosos "negocian" la muerte de Jesús apelando a sus leyes delante de los gobernantes romanos, PERO, no se atreven a entrar al pretorio (residencia oficial de los gobernantes romanos) porque se podían CONTAMINAR, y entonces... no podrían participar de la pascua (Juan 18:28).

¿Alcanza a ver usted el grado de HIPOCRECIA de los religios? agazapados en su ley podían "asesinar" a una persona, pero veían como una "contaminación" poner los pies en casa de un gobernante no judío. Meditemos.

lunes, 29 de agosto de 2011

Tú no lo comprendes ahora.

Jesús y sus discípulos están en un lugar escogido de antemano por Jesús mismo; están a unas horas, sin que sus discípulos sospechan algo, de que Judas traicionándo a su maestro lo entregue a las autoridades religiosas para que lo asesinen. TODO está planeado al segundo, no hay detalle que no esté contemplado.

Estando en ese lugar, Jesús les dice a sus discípulos: "Quiten sus sandalias de sus pies, pues se los voy a lavar" (parafraseado de Juan 13:5). Y como siempre, Pedro el impulsivo se aparta de Jesús y le dice: "No me lavarás los pies jamás, yo te los lavaré a tí". Cuando Jesús ve eso le dice: "Pedro, lo que yo hago, tú no lo comprendes AHORA, pero lo entenderás DESPUES" (Juan 13:7). La pregunta es ¿Cuántas veces en nuestra vida no pasan o están pasando sucesos que no logramos entender AHORA o EN SU MOMENTO, pero que entenderemos después? No batallemos contra Dios, si alguien sabe perfectamente qué necesitamos, qué es bueno para nosotros, qué es lo que nos va a ayudar, cuál es el plan completo, ese alguien es Dios.

Quizás en éste momento alguien de los que está leyendo éste pequeño mensaje está en una situación de esas de ¿por qué a mí Señor? ¿cómo llegué a ésta situación? ¿no entiendo?, pero sepamos algo: "Quizás no lo entendamos hoy, pero llegará el día que sabremos cuál era el propósito de Dios, y déjenos adelantarle algo: Ese propósito... siempre es bueno, pues EL ya tiene pensado cada uno de los detalles. Meditemos.

domingo, 28 de agosto de 2011

¿Quiénes son de Dios?

Hoy, cuando todo el mundo habla de Dios a conveniencia, los creyentes verdaderos tenemos que tener una clave para identificar a quiens "sí" son creyentes de verdad. No tenerla nos pondría en peligro pues Jesús mismo nos lo dijo en su profecía del final de los tiempos en Mateo 24.

¿Cómo identificamos a un verdadero creyente hoy, cuando hasta los políticos hablan en el nombre de Dios? Un atleta muy destacado nos habla de Dios y, a la vuelta de la esquina nos enteramos que es un drogadicto; una candidata a presidente se divorcia para evadir una ley que se lo prohibe, se refiere al contrato del matrimonio como un "pinche papel" ofendiendo así el vínculo más sagrado que ha instituido Dios, y sale al día siguiente diciendo: "Primero Dios", cuando sea elegida cumpliré mis promesas; un líder predica la palabra de Dios todos los domingos, y en la intimidad abusa sexualmente de niños inocentes a los cuales amedrenta con decirles que si no lo obedecen... ofenden a Dios. Y así, nos cansaríamos de poner ejemplos lamentables de personas que mencionan el nombre de Dios "en vano" para sus interéses y perversidades personales.

Jesús nos advirtió de ellos, cuando dirigiéndose a personas corruptas les dijo: "El que ES de Dios, las palabras de Dios OYE; por esto no las oís vosotros, porque NO sois de Dios" (Juan 8:47). El que OYE las palabras de Dios, ESE es de Dios, los otros NO. Y también dice la escritura: "La palabra de Dios es VERDAD" (Juan 5:39), así qué, quien nos hable con la Palabra de Dios, después de haberla escuchado... ese es y viene de Dios. Meditemos.

viernes, 26 de agosto de 2011

Creerán que sirven a Dios.

En el nombre de Dios se han cometido durante la historia humana muchas atrocidades, quizás porque tanto el nombre como la persona de Dios son poderosos pero intangibles, es que eso ha sucedido.

Tanto personas como instituciones han cometido serios crímenes en el nombre de Dios; y eso, no era nada que fuera a tomar desprevenido a Dios. El, como creador del hombre sabía lo que había en el corazón de éste. En lo que nosotros hemos dado en llamar "el testamento de Jesús", puesto que fue su sermón de despedida antes que lo tomaran prisionero, situación que vemos en los capítulos 13 al 17 del evangelio de Juan, cuando Jesús habló con sus discípulos en la Santa Cena y oró al Padre pidiendo por ellos y por nosotros; vemos, cómo, todo ésto que comentamos estaba dentro del Plan de Dios. Las palabras de Jesús fueron: "Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando CUALQUIERA que os mate, PENSARA que rinde servicio a Dios" (Juan 16:2).

Durante la historia han sucedido eventos para cumplimiento de esas palabras, allí tenemos las cruzadas, la inquisición, el holocausto, pero, lo más impactante de esas palabras aún está por cumplirse. Jesús mismo dijo que en los tiempos del fin (tiempos que sin temor a equivocarnos estamos viviendo) habrá una persecusión aún mayor, persecusión a la cual Jesús llamó: "La Gran Tribulación", allí, sí que veremos morir a muchos de los nuestros, y quizás nosotros estemos incluidos, pues algunos creerán que son eso, sirven a Dios. Meditemos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Lo que muchos no dicen.

Durante la vida de creyentes que llevamos que abarca ya tres décadas, hemos visto con profunda pena que hay temas que muchos líderes no tocan por miedo a que alguna de las ovejas se lastime, que alguien que da muchos recursos económicos a la congregación se sienta aludido y se vaya, y con él... algunos buenos dólares, etc.

Eso nunca nos pareció, sobre todo cuando estudiamos en los evangelios que Juan el Bautista, que Jesús, y luego los discípulos y Pablo, no tenían miramientos para señalar lo erróneo, el pecado, la falta, no importando quién la cometiera, siendo que a ésto habían sido enviados. Mire usted por ejemplo por qué perdió la cabeza (literalmente) Juan el Bautista, por señalarle a Herodes (un gobernante)que no le era lícito tomar por esposa a su cuñada, y menos estando vivo su hermano Felipe (Mat. 14). Vea usted una escena impactante, a Jesús, predicando "su doctrina" y no "La Ley de Moisés" y nada menos que en el Templo, en uno de los lugares más sagrados para los judíos, el lugar de las ofrendas (Juan 8:20). El evangelio hay que practicarlo y predicarlo como es, no como "convenga" que sea. Pablo estuvo prisionero casi toda su vida ¿por qué? por predicar el evangelio como era, no como convenía que fuera.

Nuestra vida, nuestro mensaje, tienen que ser certeros, no podemos ser tímidos ni temerosos para practicar y para predicar la Palabra de Dios, no importan las consecuencias, si se va el rico, si se ofende el pecador necio, si nos quedamos con pocos o casi ningún seguidor... el evangelio es verdad, y los que amamos y adoramos a Dios hemos de hacerlo en espíritu y verdad, no por conveniencias. Nosotros tenemos que decir lo que hay que decir, aunque muchos no lo digan. Meditemos.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Pero entendiendo que le querían hacer Rey se volvió.

Cuando estuvimos en el Instituto Bíblico hubo un maestro que nos enseñó tres problemas que todo lider debe evitar: La fama, la dama, y la lana. Durante la caminata de un líder siempre tendrá la tentación de éstos tres problemas, y, alguien que no solamente se precie de ser un buen líder sino de querer agradar a Dios, debe evitarlos.

Curiosa y lamentablemente al maestro que nos enseñó éstos principios lo hemos visto tropezar y ser tropiezo en dos de ellos, la fama y la lana, Dios no permita que caiga en el tercero. A nuestro juicio luego de caminar tres décadas en los caminos del Señor nos parece que en lo que más fácil cae un líder es en la fama, pues cuando se busca a diario al Señor, se cumple lo que la escritura dice: "Gloria de Dios es encubrir (esconder) un asunto, pero honra del rey es escudriñarlo" (descubrirlo) (Proverbios 25:1). Esto quiere decir nada más y nada menos que, cuando uno se hace amigo íntimo de Dios, Dios le cuenta a uno sus secretos. Esto, fácilmente puede llenar la vanidad humana, y esa persona puede llegar a ser tentada a creerse superior a los demás, puede llegar a creer que sólo a él Dios le a contado tal o cuál secreto. Cuando ésto sucede, entonces su corazón puede caer en la tentación de la fama.

Jesús, quien tenía razones suficientes para tomar para sí la fama, huyó de ella. Dice la escritura que cuando todos le querían coronar como Rey, pues predicaba como quien tiene autoridad y sabía más que todos los religiosos, él se "retiró" al Monte a estar sólo. ¡Qué comparación con nosotros, que cuando alguien nos halaga, queremos ser el centro de la atención! Meditemos.

martes, 23 de agosto de 2011

Porque había allí... muchas aguas.

Nos narra el libro de Juan, el apóstol, que cuando Juan el Bautista bautizaba en el Jordán, buscó un lugar en el cuál había "muchas aguas" (Juan 3:23). ¿Cuál es la razón por la cual se da ese detalle en las escrituras?. ¿No se supone que la escritura debiera de enfocarse en lo más prioritario y elemental, que en un lugar en donde hubiera "muchas aguas" para un bautismo?.

La respuesta quizás está, en que la voluntad de Dios era que supiéramos cómo es el bautismo según sus leyes. Como complemento a ésta escritura vemos en el evangelio de Marcos la narración del bautismo de Jesús: "Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando SUBIA DEL AGUA (Jesús), vio abri los cielos, y al Espíritu de Dios descender sobre él" (Marcos 1:9-10). Qué significa "cuando subía de las aguas", pues simplemente que Jesús para ser bautizado fue "sumergido" en las aguas, no fue "rociado" con ellas. De lo contrario ¿Cómo podía emerger de ellas?. Será cuestión de fórmula, de costumbre, o de tradición. Quizás uno sea tan efectivo como el otro, nos referimos a sumergirse o ser rociado con agua para el efecto, pero de lo que sí estamos seguros es que, uno agrada a Dios cuando le obedece.

Si Dios lo dispuso por inmersión y no por aspersión, preguntamos ¿Por qué no agradarlo?. ¿Por qué no cumplir con lo que él dispuso? ¿Qué perdemos, y, cuánto pudiéramos ganar? ¿Y si al hacerlo como él dice, su Espíritu nos inunda, mientras que de la otra forma no?. Por algo dice: Porque había allí... muchas aguas. Meditemos.

lunes, 22 de agosto de 2011

Un héroe que no se derrumba.

Todo ser humano tiene un héroe, si leemos la historia todas las naciones tienen héroes nacionales, regionales, etc. Usted no puede hablar de la historia de Estados Unidos si no menciona a un Abraham Lincon, a un George Washinton, o a un Toro Sentado. No puede dejar de mencionar en México a un Pancho Villa.

También en los deportes tenemos héroes, quizás es en donde más tenemos. Pero el problema es que los héroes pasan de moda, se envejecen, se destruyen, se derrumban, ya sea por su edad, por sus errores, por el olvido, porque nacen otros, o simplemente porque se mueren, pero lo cierto es que se derrumban. Sin embargo, en lo espiritual podemos tener un héroe que no se envejece, que no se destruye, que no se derrumba, que nunca pasan los años por él, que no comete errores, que nadie olvida, uno que nunca nacerá otro que se le compare ni mucho menos lo mejore, uno que no muere, y lo más impactante, uno que en lugar de derrumbarse crece cada día más en su fama, su gloria, su poder. Ese es el caso de que tengamos como héroe a Jesús, el Cristo de Dios viviente.

Padre, oró en una ocasión, "yo quiero que donde tú y yo estemos, éstos y los que han de creer por medio de éstos estén conmigo" (Juan 17); "guárdalos, porque están en el mundo, pero no son del mundo". "A todos los que me diste, dales vida eterna". Ese es un héroe verdadero, aquél que desea lo mismo para usted, para nosotros, que para él. Meditemos.

domingo, 21 de agosto de 2011

¿Expulsados de la sinagoga?

Hoy, todos sabemos que la Palabra de Dios se enseña, se predica, y se aprende en la iglesia los domingos, y en algunas congregaciones lo hacen los días sábados. En lo personal jamas hemos discutido la severidad de hacerlo un día u otro, pues creemos que no sólo esos días son por y para el Señor sino todos los días, la semana, el mes, el año, y toda nuestra vida.

Pero volviendo al caso, también todos sabemos que en los tiempos antiguos la Palabra de Dios se impartía en la sinagoga. Ahora bien, encontramos que para cuando Jesús vino sucedió un fenómeno por más extraño que parezca. En la sinagoga enseñaban la Ley de Moisés, llamada "Torá"; pero cuando Jesús vino enseñaba "Su doctrina", la cual era la "didache". No era en fondo, distinta a la que predicaban los religiosos, pero algo tenía de diferente, pues los religiosos NO la aceptaban; las gentes decían que la predicaba como quien tiene autoridad; lo seguían más a él que a los religiosos; lo religiosos en lugar de apoyarlo decidieron perseguirlo para matarlo, y otros puntos más. Como por ejemplo, "todo" aquél que decidiera seguir a Jesús con "esa" su doctrina: SERÍA EXPULSADO DE LA SINAGOGA" (vea Juan 9:22 por ejemplo). Jesús, en Juan 10:1-5 nos dice: "Yo soy el buen pastor... y entro por la puerta... las ovejas oyen mi voz, yo las llamo por nombre, y las SACO". Aquí caben al menos tres preguntas: Una, ¿Si él es el buen pastor, quiénes son los religiosos?; dos, ¿De dónde las saca, no será de ESA sinagoga?; y tres, ¿Si en la sinagoga enseñan la verdad, entonces por qué las saca Jesús?.

Las respuestas son claras, Jesús dijo: "MI doctrina, no es mía sino del que me envió (mi padre), en otras palabras "El es pastor" los otros son asalariados; segundo, la vida cristiana no es una vida "religiosa" es una vida de "relación" con Dios, esto significa que no todos los que están dentro de una congregación son de la congregación; y tercero, la verdad de Dios es aquella que nos hace "libres" no esclavos de normas, reglas, dogmas sin solución, y mandamientos de hombres infundidos como mandamientos de Dios, por ello, nuestro destino no es la iglesia es el reino de los cielos. Meditemos.

sábado, 20 de agosto de 2011

Sí, es difícil pero se puede lograr.

La educación del hombre en sí como género, ha sido mucho más dura y exigente que con la mujer. Al hombre se le exige que no llore, que debe luchar no importando las circunstancias, que él es el responsable, que él es la parte fuerte no importando en dónde o cómo se encuentre.

Esta forma de educación nos ha sido buena en muchos sentidos, pero nos ha sido muy dañina en lo que a lo espiritual se refiere, nos explicamos. Para el hombre, es más difícil que para la mujer decirle a un Cristo, representado por otro hombre, Jesús: "Señor, te amo". Sentimos como que estamos dejando nuestra hombría, como que estamos cayendo en un pecado al amar a otro hombre. Pero si tan sólo supieramos comprender que el amor espiritual NADA tiene que ver con el amor carnal, lo diríamos con más facilidad. Miremos la escena entre Cristo y Pedro, Cristo le pregunta: Pedro ¿Me amas?. Y Pedro dice sí... en tres ocasiones. No era una escena de amor carnal, era una escena de amor espiritual. Hacía un rato que Pedro había caminado por las aguas delante de su Señor, y había sido rescatado de ellas pues al dudar se estaba hundiendo. Pedro, acababa de ver un milagro.

¿No es acaso cuando sentimos que nos estamos hundiendo que al fín perdemos ese machismo, y le decimos al Señor: "Señor, te amo". Y El, amoroso extiende sus manos para sacarnos del hundimiento? Nada hay de vergonzoso en decir: "Señor, te amo". Es difícil sí, pero se puede lograr. Cristo dijo: "Todo aquél que no se averguence de mí, YO no me avergonzaré de él, cuando venga en gloria" (Lucas 9:26). Meditemos.

viernes, 19 de agosto de 2011

Los talentos.

Muchos cristianos pensamos que cuando Dios nos habla de los talentos, sólo nos está hablando de habilidad para la música, para el canto, para servir, para consolar, para orar, etc. Pero nunca o casi nunca nos pasa por la mente que los hijos también son un talento, y quizás el más grande que nos pudo haber dado.

Tan son el talento más grande que pudimos haber recibido luego de la salvación, que en la antiguedad las personas que eran estériles eran consideradas como malditas por Dios. Prueba de ello es que todas las mujeres que se mencionan en el Antiguo Testamento que no podían tener hijos (entendamos a Sarah, Rebeca, Raquel, Ana... y en en Nuevo Testamento Elizabeth, la madre de Juan el Bautista), clamaron a Dios porque las "bendijera" (que es lo contrario de maldecir) con un hijo; y cuando así fue dieron gracias a Dios por haberlas "bendecido". Pero el punto aquí es el siguiente, ¿Qué estamos haciendo o qué hicimos de nuestros talentos (hijos)? Somos responsables por el camino que ellos han tomado, fuimos nosotros los privilegiados en que esos "niños" fueran puestos en nuestras manos. ¿Los educamos conforme Dios quería que los educáramos? ¿Les infundimos el temor de Dios en sus corazones? ¿Les enseñamos sus mandamientos?

¿Son esos talentos (hijos) lo que Dios quería que fueran porque cumplimos con "trabajar esos talentos", o por el contrario, cuando El regrese nos dirá: ¡Ah siervo necio y negligente, que sabiendo que cosecho donde no siembro, fuiste holgazán y enterraste mis talentos? Meditemos.

jueves, 18 de agosto de 2011

Dios para diario, o Dios de conveniencia.

Todos tenemos un Dios, unos los tienen material y otros los tenemos espiritual. No tener un Dios es malo, pero tenerlo y que sea el equivocado también es malo. Dios sabía, como creador del hombre que es, que el ser humano trae ese chip espiritual que lo hace buscar a algo o alguien superior para que le de seguridad.

Ahora bien, si ese algo o ese alguien es material será algo muy efímero para quien lo busque. Pero también si el Dios espiritual que buscamos no es de todos los días sino sólo es un Dios de conveniencia, también nos hace daño. Dios está siempre dispuesto para con el hombre, por ello nos dejó tan preciosa enseñanaza con la parábola del Hijo Pródigo, que más bien según nuestra opinión debiéra de ser llamada la parábola del Padre Amoroso. Jesús les dijo a los religiosos de su época: "Hipócritas, bien dijo de vosotros Isaías, éste pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí (Marcos 6:7). No podemos tener los mismos resultados de un Dios a quienes buscamos por conveniencia, que de un Dios con el cual nos relacionamos todos los días. El corazón de ese Dios por grande que sea también es justo, y a quienes le buscan cada día los trata diferente.

Siempre lo hemos creído y predicado, cuando el reino de Dios se establesca en los cielos, no podemos esperar ver en el mismo lugar espiritual al ladrón de la cruz y a los apóstoles. Simplemente Jesús se convertirá en un mentiroso y nos estaría dando la idea de que no vale la pena el esfuerzo espiritual, siendo que todos recibirán el mismo galardón. Eso no puede ser, pues el corazón de Dios no ha demostrado ser así. La misma vida de su Hijo nos lo demuestra, Jesús no está de gratis al lado del trono de Dios Padre, es un puesto que se ganó. Meditemos.

miércoles, 17 de agosto de 2011

No es por medida.

Cuando entramos a los caminos del Señor, en otras palabras cuando tenemos un encuentro personal con el Señor Jesús, sucede lo que El mismo llamó delante de Nicodemo: Nacer de nuevo. Ese es el nacimiento de espíritu al que se refirió Jesús en esa oportunidad (Juan 3:5).

Pues bien, cuando eso sucede, el Señor nos provee de su Santo Espíritu, pero es claro en decir que NO es por medida (ver Juan 3:34). La palabra griega utilizada por Jesús fue "metrón" que significa metro. En palabras más sencillas el Señor nos estaba diciendo que su Espíritu no lo da limitado, que la medida de Espíritu a la cuál optamos es inmensa no tan sólo un metro, pero que depende de nosotros el tomarla y ampliarla. ¿Cómo la ampliamos?. Hay personas con las cuales uno platica y no quiere que la plática termine, aún y cuando el tiempo apremie, esas personas son las que han tomado y ampliado la medida del Espíritu de Dios, y lo han hecho porque pasan tiempo con el Señor. Ese es el secreto para tomar más de la medida de Espíritu a la cual hemos sido expuestos todos.

Es delante de Dios, es con la oración delante de Dios, es con el estudio de la Palabra de Dios, que nosotros vamos andando y avanzando en el camino del Espíritu de Dios, más que otros. Meditemos.

martes, 16 de agosto de 2011

¿Necesidad o necedad?

Todos tendemos a confundir lo que es una necesidad con una necedad. Cuando eso sucede los resultados que atraigamos a nosotros pueden ser catastróficos, dolorosos, y siempre son indeseables.

Veamos un par de ejemplos bíblicos para que entendamos. Saúl, por su temor al pueblo filisteo consulta a Dios qué pasará con ellos, pero como Dios no le responde entonces busca los servicios de una adivina, una de esas muchas a las cuales él mismo había sacado del territorio para buscar la bendición de Dios. Esa acción, no era una necesidad sino más bien una necedad, el resultado: Saúl perdió el reino por desobedecer a Dios (la hitoria completa la puede leer en 1a. Samuel 28 y la puede comprobar en 1a. Cronicas 10:13). Otro ejemplo claro lo tenemos en David, éste toma a Betsabé no teniendo necesidad de tomarla sino como una necedad, el resultado: David perdió al hijo que ésta estaba esperando de él (la historia completa la puede leer en 2a. de Samuel capítulos 11 y 12).

Entendamos, cuando no consultamos con Dios qué es lo que él desea para nosotros o consultamos con él pero no esperamos su respuesta, vamos a confundir siempre qué es necesidad y qué es necedad. Y por supuesto, los resultados que obtengamos serán dolorosos y nada deseables como los casos que analizamos hoy. Meditemos.

lunes, 15 de agosto de 2011

Nuestro camino a Damasco.

Todos tenemos planes, unos los tenemos a corto plazo, otros los tenemos a largo plazo, pero dado la situación económica, social, política, y económica que estamos viviendo en éstos últimos años... todos tratamos de planificar nuestra vida para no tener mayores problemas cuando estemos en situación de retiro, vejez, o incapacidad.

A pesar de que en otros tiempos la venida del Señor no era tan comentada o tan esperada, siempre ha habido personas que hacen sus planes. Saulo de Tarso, también conocido como El gran Apóstol Pablo, trató de planificar su vida con miras a su vejéz. El, siendo religioso, prácticamente se hizo soldado para poder perseguir a todos los que estaban dejando la sinagoga y las leyes judías, para seguir las nuevas normas de vida que un tal Jesús había llegado a imponer años antes. En ese sentido se dispuso a perseguir a todos sus seguidores, encarcelarlos, y matarlos si era necesario. Esos eran sus planes. Pero un día, cuando iba para Damasco a buscar más víctimas, se le aparece Dios y le cambia los planes, le habla, lo convence, y desde ese día en adelante su vida cambió radicalmente y para siempre, pero con dolor.

Como dijimos al inicio todos tenemos planes, cuando éstos son conforme a la voluntad de Dios, El permite que los llevemos a cabo; pero, cuando no lo son, El los cambia muy a pesar nuestro. El secreto para no tener nosotros nuestro propio camino a Damasco, con las consabidas consecuencias, es buscar y hablar con Dios todos los días. Pues cuando los cambios los hace Dios, casi siempre duele el resultado. Meditemos.

domingo, 14 de agosto de 2011

¡Qué forma de vida!

Se ha puesto usted a pensar qué forma de vida la que llevaba Juan el Bautista, que en un momento determinado de su vida le preguntan con insistencia: ¿Tú, eres el Cristo?. Y su respuesta no solamente es no, sino tiene que ser como dice la escritura: "Confesó, y no negó, sino confesó: YO NO SOY EL CRISTO" (Juan 1:20).

¿Ya se imaginó qué clase de vida tan limpia, pura, transparente, pacífica, y todos los demás atributos con los que vivía Juan, para que la gente lo "confundiera" con Aquél hombre perfecto de quien habían leído en las escrituras desde hacía siglos? ¡Qué lejos estamos de una vida similar o cercanamente similar a la de Juan el Bautista! Sin querernos humillar a nosotros mismos, ni a usted, nos damos cuenta del por qué mucha gente no busca a Dios. Es que estamos simplemente "tan fríos e indiferentes" como en los tiempos en los cuales Jesús apareció en la tierra, que los griegos dijeron: !Queremos VER a Jesús!. Hoy, al igual que los religiosos del tiempo de Jesús, HABLAMOS mucho de Jesús... pero no vivimos de tal manera que los demás lo VEAN. Hoy, muchos de los que están fuera no quieren saber NADA de Jesús, pues al único Jesús que miran se llama: pedofilia, cinismo, ambición al dinero, amor a la fama, amor al poder, amor a los lujos, etc.

Con religiosos hoy, como los que había en los tiempos de Jesús, preguntamos: ¿Quién logra ver a Jesús? Solamente cuando nos inclinemos a vivir una vida pura, limpia, transparente, entregada a la oración y a la búsqueda de más de Dios, para compartirla con los demás... entonces los de fuera de la iglesia VERAN a Jesús. Esa sí, es un forma cristiana de vivir la vida. Meditemos.

sábado, 13 de agosto de 2011

Todo ha sucedido de noche.

Muchos creyentes se preguntan ¿El Señor vendrá de día o de noche, puesto que todo ojo le verá?. ¿Es más impresionante que venga de día o que venga de noche para que todos lo veamos?. Analizemos la historia.

Dios inicia la creación "de noche" (Génesis 1:5). Dios hace juicio y justicia sobre Egipto para liberar a su pueblo "de noche" (Exodo 12:12). Entre las leyes del pueblo había una que decía que quien tocaba a un muerto era inmundo "hasta la noche" (Levítico 11:24). Jesús, en su primera venida nace "de noche" (Lucas 2:8). La primera persecusión que hacen de Jesús siendo niño fue "de noche" (Mateo 2:14). El último discurso y la última voluntad que Jesús hace con sus discípulos la hace de noche en la cena del Cordero, o, lo que conocemos como la última cena (Juan 13-17). Cuando Jesús habla del fin en Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21... se refiere a que todo sucederá en las vigilias de la "noche". Cuando en Apocalipsis se habla de la nueva ciudad se habla de que allí no habrá "noche" (Apocalipsis 21:25).

Todo apunta a que Jesús en su segunda vendida lo hará "de noche". Ahora bien, notemos que todos esos eventos con excepción del de Apocalipsis suceden en las tierras de oriente medio. Quizás por ello dice que en el día de su venida: "El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, y potencias de los cielos serán conmovidas, para que no sólo en medio oriente sino en todo el mundo... sea "de noche". Meditemos.

viernes, 12 de agosto de 2011

Campo de sangre.

Nos narran los evangelios la muerte de Judas. Judas el Iscariote, el que traicionó a su maestro por unas monedas. Triste predestinación la de aquél hombre que desde antes de nacer estaba condenado.

Dice de él la escritura: "Y Satanás esté a su diestra. Cuando fuere juzgado, salga culpable; y su oración sea para pecado; sean pocos sus días; tome otro su oficio; sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda; anden sus hijos vagabundos y mendiguen; no tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos; su prosperidad sea destruida... en la segunda generación sea borrado su nombre" (Salmo109:6-13). Y aún hay quienes dicen que no hay predestinación. Judas estaba predestinado a ser quien entregara al Señor, tanto así, que las palabras de Jesús acerca de él fueron: "Bueno le fuera a ese hombre, no haber nacido" (Marcos 14:21). Pero el punto que deseamos ver hoy no es ese, el punto es que con el dinero que mal obtuvo y que luego devolvió, los líderes compraron un terreno para que sirviera de cementerio. Esa es una parábola de las que nosotros denominamos "encubiertas", pues es un ejemplo para que las iglesias no reciban dineros mal habidos.

Bajo el lema de que el dinero del impío sirve para el pío, muchas iglesias se están prostituyendo al tomar dineros mal habidos para fines benéficos, fines que resultan ser campos de sangre. No es ese el espíritu que Dios desea para su casa, su templo, su iglesia. Jesús mismo echó a los cambistas del templo, porque lo estaban convirtiendo en casa de ladrones. Agrademos a Dios no al hombre. Meditemos.

jueves, 11 de agosto de 2011

La esperanza es para los vivos.

El hombre más sabio que ha existido después de Jesús, se llamaba Salomón. Dios nos da a cada humano una medida de inteligencia, la sabiduría la buscamos nosotros con nuestra experiencia y nuestros estudios, pero Salomón obtuvo su sabiduría directamente de Dios, pues fue lo que le pidió cuando Dios le dijo: ¿Qué deseas que te de?

Pues bien, éste hombre sabio nos enseñó hace tres mil años que la "esperanza" es para los que vivimos, pues los muertos ya nada pueden hacer ni nada podemos hacer por ellos. Sus palabras exactas fueron: "Hay una esperanza para todo aquél que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto... Porque los vivos saben que van a morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen paga; porque su memoria es puesta en olvido... También su amor y su odio fenecieron ya; y NUNCA MAS tendrán parte en lo que se hace debajo del sol" (Eclesiastés 9:4-6). Es pues por ello, que insitamos hoy a los que estamos vivos a buscar a Dios, a vivir una vida plena en los estatutos, en las normas, en los reglamentos, en los mandamientos de Dios.

No creemos que ningún servicio religioso que se haga por un muerto... altere, sirva, signifique, o cambie algo para el muerto. Quizás libera nuestras consciencias, quizás alivie nuestras almas... pero las del muerto siguen igual. La esperanza es mientras vivimos, al lugar al que van los muertos es un lugar eterno, y ese destino se define aquí, mientras estamos vivos. Meditemos.

miércoles, 10 de agosto de 2011

A cada uno conforme a su capacidad.

Nosotros como padres conocemos casi exactamente de lo que son capaces nuestros hijos, sabemos quién está dispuesto, quien quiere hacer algo, quien no puede hacer ese algo, etc. En lo espiritual nos sucede lo mismo, si alguien nos conoce es Dios, pues fue El quien nos hizo, y nadie mejor que EL para saber de qué somos capaces.

Es por ello que fue EL quien le dio a cada uno un trabajo, un trabajo que solamente nosotros podemos realizar. Un ejemplo muy claro de ese tipo lo vemos en la parábola de los talentos, Dios sabía perfectamente que a quien le dio 5 talentos, tenía la capacidad de multiplicarlos otra vez; sabía que a quien le dio 2 talentos, solamente tenía la capacidad de hacer otros 2; pero sabía perfectamente también que a quien le encomendó solamente 1, no era diligente, era temeroso, no tenía visión, no tenía ideas ni iniciativa, por eso lo enterró. Ahora bien, el punto aquí es que Dios nos dice: "A cada uno repartió conforme a su capacidad" (Mateo 25:15).

Si alguien conoce y sabe nuestras capacidades, esa persona es Dios. Por ello, cuando nos suceden situaciones en la vida que ni nosotros mismos comprendemos, no nos asustemos, El las permitió porque "El conoce nuestras capacidades", y sabe perfectamente hasta dónde podemos soportar. Quizás hoy nos parece demasiado lo que estamos viviendo, pero El sabe para lo que nos va a servir y cómo nos sacará de allí, porque antes que nada... El es nuestro Padre. Meditemos.

martes, 9 de agosto de 2011

¿Cómo aprendemos la escritura?

Leer la biblia cualquiera lo puede hacer, pues se puede abrir en cualquiera de sus mil y pico de páginas, leer tres versos y ya. Pero estudiarla es diferente. Ahora bien, ¿Hay algún método fácil, práctico, y entendible ya que la biblia es tan complicada?.

No sabemos si han desarrollado algún método así, nosotros lo que hacemos es estudiarla bajo una ley que aprendimos mientras estuvimos en el Instituto Bíblico, y que hemos comprabado que no falla: "Estudiar la Palabra de Dios, a la luz de la Palabra de Dios", en otras palabras, "dejar que la escritura se interprete o se explique sola". Ponemos dos ejemplos como muestra: No hace falta estar adivinando o poniendo interpretaciones presonales a los pasajes bíblicos, en Mateo capítulo 26 y verso 17, dice la escritura que Jesús mandó a dos de sus discípulos a buscar la casa en donde se iba a preparar la pascua, ¿quiénes de los doce serían esos dos?; si usted lee el mismo pasaje en Lucas 22 y verso 8, Jesús le estará diciendo personalmente que envió a Pedro y a Juan. Cuando usted lee en Mateo 24 que Jesús les explicó a sus discípulos cómo iba a ser el fin de los tiempos, si lee al mismo tiempo Marcos 13 y el verso 3, Jesús mismo le estará diciendo que no fue a los 12 discípulos, sino tan sólo a Pedro y Jacobo, Jun y Andrés, las dos parejas de hermanos.

Aprenderemos más fácil la escritura si la comparamos con la misma escritura, que si recibimos clases con el maestro más estudioso que pudieramos encontrar sobre la faz de la tierra. Meditemos.

lunes, 8 de agosto de 2011

¿Cuándo será el fin del mundo?

¡Cuándo será el fin del mundo? Pocos temas hacen que la gente tanto dentro como fuera de la congregación, dejen de hacer lo que están haciendo para poner atención a quien se refiera al tema. No importa si usted conoce a quien va a hablar o no. Ya no digamos si la persona que se referirá al tema, es uno entendido en la materia.

Según vemos por las palabras de Jesús, establecemos que sí habrá un momento en el cual el mundo como lo conocemos hoy, colapsará, dejará de funcionar como lo está haciendo para tener un nuevo y mejor principio, eso es seguro. Eso, en lugar de angustiarnos dijo Jesús: debe "regocíjarnos" pues nuestra redención está cercana. El mismo Jesús en los evangelios (Mateo 24; Marcos 13; y Lucas 21) nos dejó las fases de que consta el fin de los tiempos. Fase uno: vendrán muchos en su nombre; oirémos de guerras y de rumores de guerras; engañarán a muchos... pero aún no es el fin. Fase dos: se levantará nación contra nación; habrá pestes; habrá hambres; habrá terremotos en diferentes lugares... pero esto, tan sólo es el principio de dolores. Fase tres y final: entonces os entregarán a tribulación; seréis aborrecidos por mi nombre; muchos tropezarán; muchos falsos profetas se levantarán; y por el aumento de la maldad, el amor de muchos se enfriará; y será predicado el evangelio del reino por todo el mundo... entonces vendrá el fin.

No hace falta ser vidente, ni adivino, ni experto en las escrituras para alcanzar a analizar por dónde vamos. Estamos en la tercera fase, en sus inicios, en sus albores si usted quiere, pero ya estamos en esa fase. ¿Qué nos librará del temor y del horror de los males que vienen? Solamente estando todos los días en las manos del Señor. Meditemos.

jueves, 4 de agosto de 2011

Erráis, ignorando las escrituras.

En el capítulo 22 del libro de San Mateo, vemos una especie de ataque o bombardeo espiritual de los religiosos en contra de Jesús, como se puede observar en todos los evangelios, cada vez que los religiosos se acercaban a Jesús era para tentarle, para ver en qué se equivocaba.

Se acercan los fariseos y le tientan con la pregunta de si es lícito dar tributos al César, puesto que ellos no son romanos; se acercan los saduceos y le cuestionan acerca de si habrá resurrección o no la habrá. Más tarde, cuando los fariseos se dan cuenta que Jesús ha dejado callados a los saduceos con su respuesta, se vuelven a acercar a Jesús, y le hacen una pregunta que, con cuya respuesta, no sólo lo hagan caer en un error sino además quedar por encima de los saduseos como quienes son superiores en grado y sabiduría. Pero, como Jesús sabe el fin de ellos, con su respuesta como decimos actualmente "olímpica", no queda mal EL, ni deja a ninguno de ello como los mejores. Su respuesta es: "Erráis, ignorando las escrituras".

Eso es exactamente lo que nos sucede a nosotros, cuando no buscamos al Señor todos los días, cuando no leemos la Palabra de Dios todos los días, cuando intercalamos lo material con lo espiritual.... erramos, por ignorar las escrituras. De allí, que tomamos situaciones del mundo, las espiritualizamos y como por arte de magia hacemos nacer nuevas y malas doctrinas arrastrando a inocentes con nosotros. Meditemos.

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Por qué no crece la iglesia espiritualmente?

Hoy en día vemos que las iglesias se han convertido en grandes centros de acopio, pero no en grandes centros de distribución espiritual. ¿Por qué? Porque está sucediendo lo mismo que sucedió en los tiempos en que Jesús vino la primera vez, y es entre paréntesis una prueba más de que su retorno está inmenente.

¿Cómo estaba la iglesia de Dios hace dos mil años? Veamos: Uno: Un liderazgo totalmente fuera de control. Imagínese usted que quienes estaban dirigiendo la iglesia que eran los indicados de presentar al Hijo de Dios... ¡son sus perseguidores, acusadores, conspiradores, y asesinos intelectuales! (Mateo 16:21). El día que Juan el Bautista lleno del Espíritu Santo los mira por primera vez, ¡sin éstos mediar palabra, sólo viéndolo bautizar! se dirige a ellos con éstas palabras: !generación de víboras! (Mateo 3:7). Dos: El espíritu de Elías, que ya reposaba en Juan, fue rechazado por el liderazgo. Acusaban a Juan y a Jesús de que lo que hacían lo hacían porque Beelzebú estaba con ellos (Mateo 12:24). Tres: Había, no sólo entre el liderazgo sino también entre la congregación, la usura, la avaricia, la lujuria como metas. Vea cómo se dirige Jesús a los líderes en Mateo 23 en donde exclama 7 ayes por esas verguenzas; vea cómo Pablo reprende a alguien porque se está relacionando sexualmente con la mujer de su padre (1era. Corintios 5:1); vea usted cómo hay personas que pretende hacer dinero con los negocios de los cielos (Hechos 8:9-18). Acaso ¿no vemos eso hoy en la iglesia?

Pero aún hay más. ¿Cómo pretendemos ser espirituales si nuestra vida no "refleja" lo que Dios desea que refleje? ¿Es nuestra vida diferente a la de los demás? ¿Son nuestras costumbres diferentes a las de los demás? ¿Son nuestras reuniones y fiestas direfentes a las de los demás, sin música rockera, sin licor, sin bailes? ¿Alguien nos ha dicho que envidia nuestra forma de vivir y de actuar? ¿Alguien nos ha dicho porque tú vivías así, es que yo vivo ahora así? Meditemos.

martes, 2 de agosto de 2011

¡Este género no sale sino con oración y ayuno!

Arrodillado ante Jesús un hombre le dice: "Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos pero no le han podido sanar" (Mateo 17:15-16).

Jesús, no se dirige a él, sino a sus discípulos y les dice: ¡Oh generación INCREDULA! ¿Hasta cuándo he de soportarlos?. Luego se dirige al joven y le expulsa los demonios. Y vuelve a exclamar: "No sabéis que éste género sólo sale con oración y ayuno?. Y muchos en ese entonces, y hoy, SUPONEN, y es más, PREDICAN que Jesús está hablando del milagro. Pero el contexto nos hace ver que está hablando de TENER FE. La prueba es que cuando se quedan solos los discípulos con Jesús es la explicación que les da: "Por vuestra poca FE, no pudiste aliviar al joven" (verso 20).

La fe, viene por conocer la Palabra de Dios, pero cómo la conoceremos si nadie nos enseña, si no la buscamos, si nos dedicamos a buscar lo que es referente al mundo en lugar de buscar los negocios de los cielos y del Padre, como dijo Jesús a los doce años. Busquemos a Dios todos los días, y esa fe, con la oración y el ayuno llegará. Meditemos.

lunes, 1 de agosto de 2011

Y sobre ésta roca... edificaré mi iglesia.

Durante casi mil setecientos años (es decir, desde que Constantino se convirtió y fundó su imperio en Roma en el año 325 D.C.), mucha gente a creído que cuando Jesús habló con Pedro para decirle: "Tú eres Pedro, y sobre ésta roca edificaré mi iglesia", le estaba diciendo a Pedro, que él era el fundamento de la iglesia de Dios.

Lamentablemente, esa a sido una mala enseñanza que muchos han creído, pero, si analizamos el contexto de la plática entre Jesús y Pedro; y vemos el contexto de la vida misma de Jesús; el contenido de los cuatro evangelios; el contenido del libro de los Hechos de los Apóstoles; y el contenido de 21 epístolas más; y sobre todo, el contenido de Apocalípsis, vemos que: "la roca sobre la cuál está fundada la Iglesia de Dios, es la fe en que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16). Y, por si alguien lo duda y piensa que tan sólo es una opinión personal, veamos algunos detalles. ¿Cree usted, que Dios le iba a confiar a un hombre débil y pecador su Iglesia, cuando Jesús nos estaba ofreciendo al Espíritu Santo como Consolador y Dios? ¿Cree usted, que Dios iba a confiar una obra planeada desde los siglos y hasta los siglos, a un hombre que lo había de negar?

La obra del inicio de la humanidad la llevó Dios Padre personalmente, luego fue la etapa o era de Jesús en persona, luego vendría la era del Espíritu Santo, en dicho plan el hombre no era parte del verbo de la oración, sino tan sólo el predicado. Meditemos.