lunes, 3 de mayo de 2010

Viviendo con integridad.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, nuestro idioma, nos define la palabra "integridad" como: "Algo que es entero, cabal o puro". Exactamente así, es como Dios espera que sus hijos, nosotros, luchemos cada día por vivir. El no desea hijos hipócritas que vivan vidas "paralelas", es decir que digan y prediquen una clase de vida, pero que en privado vivamos y practiquemos otra.

Pablo, cuando le escbribe la epístola a Tito, debido a los errores doctrinales que se están cometiendo en la iglesia que él preside, ve esos mismos errores en la vida de los creyentes, por ello le escribe diciendo: "Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina... instruye a ancianos, ancianas, jóvenes y siervos... a que vivan con integridad" (Ver tito 2:1,2,6,9 y 7). Pero, Pablo no solamente llama a la integridad vivir entera, cabal o puramente, sino les da a ellos y a nosotros, la CLAVE para poder vivir así: "Porque la GRACIA de Dios se ha manifestado para SALVACION a todos los hombres, enseñándonos que, RENUNCIANDO a la impiedad y a los DESEOS MUNDANOS, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente" (ver Tito 2:11-12).

En otras palabras lo que Pablo les y nos está diciendo es que: "Cuando realmente nos acercamos a Dios de corazón, y él en su inmensa misericorida nos SALVA, nos capacita con GRACIA, para que iniciemos nuestra lucha contra los DESEOS MUNDANOS (entiéndase aquí por deseos mundanos, todo placer excesivo y abusivo que nos aparte de vivir una vida plena en el Espíritu, y que no pueda ser y dar testimonio). Dios no desea seguidores amargados, molestos, y condicionales. Lo que Dios desea es que, con la gracia que él derrama podamos hablar sin decir palabras obscenas, que podamos tomar una copa de vino sin llegar a emborracharnos, que comamos sin que lleguemos a la gula, que tengamos gozo en todo pero que no lleguemos a la lascivia de los placeres, etc. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario