sábado, 8 de mayo de 2010

El que se avergonzare de mí.

En una ocasión Jesús dijo: "Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en gloria y en la del Padre..." (Lucas9:26).

Por la experiencia que hemos tenido en las últimas tres décadas, acerca de los caminos del Señor Jesús, entendemos que aquí lo que Jesús nos está diciendo no es exactamente que vayamos de esquina en esquina gritando Jesús, Jesús, para que la gente mire que no nos avergonzamos de El, de su nombre y de su evangelio. Hemos visto que darle honra a Jesús, es simplemente dar testimonio de lo que El y su palabra, han hecho en, por, y para nosotros desde que le conocemos, y podríamos decir también que desde antes. Si usted tuvo necesidad de un trabajo y le pidió a Jesús uno, y se lo concedió... que no le de verguenza decir que así fue. Si usted tuvo hambre y le pidió a Jesús comida, y Jesús utilizó a un vecino para llevarle comida... que no le de verguenza contarlo. Si usted no tenía un dinero específico para una necesidad inmediata y le pidió a Jesús ese dinero y El se lo mandó por medio de alguien... que no le de verguenza contarlo (evite decir el nombre de ese alguien para que la gloria sea de Jesús y no de ese alguien).

Debido a la idiosincrasia de nuestros pueblos latinos, pensamos que confesar o contar nuestras necesidades es "desnudar nuestra intimidad", pero la verdad es que no es así, es simplemente, hablando en los caminos del Señor por supuesto, TESTIFICAR, DAR TESTIMONIO, CONFESAR a Jesús y el poder de Su palabra... para que, no solamente en nosotros sino en otros, se acreciente la fe. Si creemos y practicamos que NO es una verguenza confesar lo que Jesús hizo por nosotros... llegará el día en que a Jesús NO le dará verguenza hablar de nosotros. Meditemos.

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