miércoles, 19 de mayo de 2010

Señor ¿Por qué les hablas por parábolas?

Los discípulos se dieron cuenta que Jesús con ellos hablaba claramente, pero había personas para las cuales no, a éstas les hablaba en sentido figurado, en lo que nosotros hemos llegado a conocer como parábolas. Una parábola es un una analogía de la verdad, pero, que a quien no se le explica queda confundido. Eso era lo que los discípulos no comprendían... Si Jesús decía que había venido por y para todos, entonces, ¿Cuál era el objeto de NO hablarles claramente a todos?

Si alguien en ésta vida conocía su misión o ministerio, ese era Jesús. Hubo un momento en el cuál los discípulos ya no soportaron la incógnita y se lo preguntaron. Señor ¿Por qué les hablas por parábolas?. Y la respuesta de Jesús seguramente les paró los pelos a los discípulos, y seguramente nos los para a nosotros también, he aquí el diálogo: "El, respondiéndoles, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, mas a ellos NO les es dado... Porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden... Para que NO vean con los ojos, y NO se conviertan" (Mateo 13:11-15). Y algún observador dirá, pero aquí no dice específicamente: "Y NO se conviertan, sino sólo dice: Y se conviertan" (Mateo 13:15). Exacto, pero si usted estudia cómo lo explica Marcos en su capítulo 4 y verso 11, verá que dice explícitamente: "PARA QUE NO SE CONVIERTAN".

Jesús dijo muy claramente en dos ocasiones al menos, quiénes son las personas que van a lograr la salvación: Uno: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni NADIE las arrebata de mi mano. Mi Padre que me las dió, es mayor que todos, y NADIE me las puede arrebatar de las manos de mi Padre" (Juan 10:27-29). Y, dos: "NADIE conoce al Padre, sino el Hijo; y NADIE conoce al Hijo, sino el Padre... y aquél a quien el Hijo lo quiera REVELAR" (Mateo 11:27). Por palabras de Jesús como las anteriores, es que creemos y predicamos, que hay una predestinación, y que aquellos bienaventurados que son predestinados... no se perderán jamás. Ahora, a los otros... les habla por parábolas, simplemente, para que no entiendan. Meditemos.

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