lunes, 10 de mayo de 2010

¿Cómo nos habla Dios?

Muchas personas se preguntan si Dios todavía le habla al hombre, y si es así, cómo es que le habla. Bueno, en las escrituras vemos pasajes de la forma en que Dios les habló a los antiguos creyentes, que es un ejemplo claro, palpable y válido para el día de hoy, de cómo nos habla a los creyentes de hoy.

Dios habló a algunos por medio de las "escrituras", por ejemplo, fue por medio de las escrituras que el rey Josías (2da. Reyes 22), fue librado del mal que venía sobre la descendencia de Israel por haber olvidado las palabras que Jehová había dado a sus padres. En otras ocasiones habló Dios por medio de "creyentes" a los creyentes, como ejemplo tenemos el caso de David cuando pecó con Betsabé (1era. Samuel 9), pues fue Natán el que le hizo ver su pecado. Pero la forma que más comunmente utilizó Dios para dirigirse a su pueblo fueron los "sueños". Fue por un sueño que Faraón de Egipto supo que para el mundo venían 7 años de riqueza y 7 años de crisis (Génesis 41). Fue por medio de un sueño que José supo que tenía que salvar la vida de Jesús (Mateo 1). Es más, fue por medio de un sueño a un impío que Dios le hizo saber a Su pueblo, todo el texto y el contexto de lo que serían los finales días de la humanidad, de su pueblo, y de la iglesia (Daniel 2).

Hoy, Dios nos sigue hablando por medio de "Su palabra, de hermanos, y en sueños". Lo difícil es recibir esas palabras. Generalmente nos es más fácil recibir la palabra de Dios por medio de "Su palabra", pues como que al verla escrita nos convence más. Pero por alguna razón nos es más difícil o en ocasiones imposible, recibir la palabra de "otros hermanos" o peor aún, cuando de "interpretar sueños" se trata. Sobre todo si esos conceptos que recibimos a nuestro entender son negativos, tristez o pesimistas. Muchos sentimos como que nuestra privacidad es invadida, y por ello, generalmente, las desechamos. Meditemos.

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