jueves, 30 de junio de 2011

No podéis servir a Dios y a las riquezas.

"NINGUNO puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas"... palabras dictadas por Jesús a sus discípulos en Mateo 6:24.

Nótese que remarcamos NINGUNO, simple y sencillamente porque eso es un dictámen de parte de Dios. Es una sentencia para que estemos convencidos de que NO seremos nosotros los primeros en poderlo lograr. Cuando Jesús habló de la "salvación" dijo que muchos son los llamados, pero pocos los escogidos. Esa expresión nos da la idea de que si alguien no lo hubiera logrado en el pasado... nosotros podríamos ser los primeros. Pero en la anterior sentencia no hay nadie que lo haya logrado, y no habrá en el futuro quién lo logre. Jesús no era un religioso que anduviera predicando sin andar practicando, por ello, nació en un pesebre; tuvo una familia y un oficio sencillos; vivió con limitaciones siendo el dueño del mundo. ¿Para qué?. Para que tuviéramos un ejemplo de que sus palabras si podían cumplirse.

La idea y el ideal de Jesús es que gocemos de lo mucho que nos ha dado, pero que no nos apeguemos a ello. En una ocasión en que murió un hombre con mucha opulencia económica, en el velorio alguien atrevidamente preguntó ¿Y cuánto dejaría éste hombre en fortuna? Y alguien más atrevido respondió: TODO, porque no se pudo llevar nada. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario