domingo, 12 de junio de 2011

Nada.

A raíz del mensaje de "los libros serán abiertos", vuelve a salir a la mesa de discusión el hecho de que hay personas que por "verguenza" o por "ignorancia de la Palabra de Dios", creen imposible que Dios permita que se hable en público de los pecados de todos.

No es eso lo que la Biblia dice, imagínese usted por un momento: ¿Qué objeto tendría que Dios lleve un libro de estadísticas, de acciones buenas y malas de cada uno de los seres vivientes, que "profetice" que al final de los tiempos los abrirá, si no se va a mencionar nada de lo allí escrito?; ¿Ya se puso usted a pensar que cuando en lo material alguien tiene un juicio, en ese juicio está el fiscal que acusa con pruebas palpables y describe en detalle las faltas del acusado, por mucha verguenza que le dé al acusado? ¿No cree usted que eso mismo sucederá al final de los tiempos, con la única diferencia que cuando el fiscal acusador (el diablo) lo señale, su abogado defensor, que es Jesús, dirá: Sí, es cierto que mentía, es cierto que robaba, si es cierto que era impuntual, que hacía esto y que era lo otro... pero yo pagué por esas faltas?. Jesús mismo dijo: "Porque NADA (Oudeis en griego, que significa ninguno, nada), hay encubierto, que ho haya de descubrirse, ni oculto, que no haya de saberse" (Lucas 12:2).

Nada es nada, no hay excepsiones en nada. Toda mentira, todo robo, todo adulterio, todo pecado de TODOS será público al abrirse los libros. La diferencia estará en si nosotros solamente vamos a tener un fiscal que nos acuse, o si tendremos un defensor en Jesús, que nos perdone. Meditemos.

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