miércoles, 29 de junio de 2011

Día de cuentas.

Cada vez es más rápido que llega el día 30 de cada mes; el día en que hay que hacer las cuentas. Ese es el día en que (muchas) mujeres y hombres nos sentamos, tomamos la calculadora y la chequera, y nos diponemos a distribuir el fruto de nuestro trabajo del mes.

Alquiler o amortización de casa, aproximadamente el 30%; alimentación, aproximadamente otro 30%; impuestos, aproximadamente el 12%; educación, aproximadamente el 10%; pago de automóvil o mantenimiento, aproximadamente 10%; seguro social y seguros personales, aproximadamente 5%; quedando, aproximadamente el 3% para distracciones y extras. Es por ello, que generalmente la mayoría de personas viven en saldos rojos. Es por ello que muchas familias o personas individuales ya tienen dos o tres empleos de tiempos compartidos. Es por ello que las enfermedades nerviosas y estomacales proliferan hoy en día como ninguna otra de las demás enfermedades. Pero, quienes nos decimos cristianos, aquellos que estamos luchando por seguir a Cristo. Aquellos que creemos en que su sacrificio en la cruz fue real, y que fue hecho por el amor que El decía tenernos y que demostró así, la situación cambia.

En lo personal, somos enemigos acérrimos de que se "explote" a los cristianos con el diezmo, por interéses ocultos o personales. Pero como seguidores de Cristo, somos amantes de lo que EL amó. Y uno de los grandes amores de Cristo fue siempre "compartir o dar" con/al necesitado. ¿Sabía usted que la palabra "diezmo o diezmos" aparece en las escrituras "solamente" en 35 ocasiones, y en "todas" en referencia a los patriarcas y el pueblo judío? y que la palabra "ofrenda ú ofrendas" aparece en 436 ocasiones, y en "todas" en referencia a la gloria de Dios y a satisfacer las necesidades del prójimo. Dar a otros, es el secreto para que el día 30 no estemos en saldos rojos. Meditemos.

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