miércoles, 22 de junio de 2011

Cristianos de conveniencia.

Ahora, en éstos tiempos en que la población mundial se ha expandido tanto, encontramos los famosos Centros Comerciales que tienen "tiendas de conveniencia", antes era la tiendita del pueblo o de la aldea en donde subsanávamos todas nuestras necesidades.

Lastimosamente, la idea de "conveniencia" la hemos trasladado también a lo espiritual, hoy está de "moda o de conveniencia" el ser cristiano o el decirse cristiano. ¡Si eso nos trae algún beneficio, pues hay que hacerlo o decirlo! Cuidado, más pronto que tarde, Dios hará valer su justicia y qué pena por quienes estén jugando a ser crisitanos. Cuando Jesús caminó por las calles de Jerusalén hace dos mil años, fue muy enfático en que a Dios se le debe adorar en espíritu y verdad. La verdad, no es andar jugando a ser o a decirse cristiano. La verdad es "tomar nuestra cruz y seguirlo". Y, tomar nuestra cruz no es precisamente andar de fiesta en fiesta. En las escrituras la cruz es sinónimo de "sufrimiento", y todo aquél que diga que es un seguidor de Jesús pero se niegue a llevar su sufrimiento con la boca callada... simplemente NO ES UN CRISTIANO. Tampoco estamos insinuando que la vida del cristiano es como la de una piñata, que recibe palos hasta ver su fin.

"Conveniencia" significa: utilidad o comodidad. No utilicemos el nombre de Dios en vano, eso nos dice el primer mandamiento de la ley del cristiano. Y, pensar que podemos utilizar a Dios para nuestros fines materiales, para conveniencia personal, o como una moda, es hacer un uso vano del nombre de Dios. Meditemos.

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