martes, 7 de junio de 2011

Mucho se habla del fin del mundo.

Debido a que cuando Jesús estaba por irse de éste mundo, les habló a sus discípulos de los acontecimientos que iban a suceder "antes" de su segunda venida, se ha creado mucha especulación acerca de los tiempos finales de la humanidad.

Jesús les dijo a los suyos que, cuando estuviera cerca su venida iban a haber muchos terremotos, plagas, hambres, guerras, persecusiones, pero que todo se tenía que cumplir. Hay acontecimientos como los terremotos, las plagas, el hambre, catástrofes, etc, que ya están sucediendo, y que, han sucedido durante casi toda la historia del hombre. Pero, Jesús nos dió dos o tres eventos que "tenían" que cumplirse también: uno, el "evangelio" se tenía que predicar en todo el mundo (esto, con los medios de comunicación que hay hoy en día, ya casi se está cumpliendo); dos, tenía que haber un terremoto de nivel muy alto en "todo" el mundo (con las bombas tan modernas y sofisticadas que hoy tenemos, con las plantas nucleares tan endébles que existen en varias naciones, esto tampoco está tan lejos de suceder); pero, algo que es muy importante es "la gran tribulación que debe de suceder en ISRAEL", debido a que TODAS las naciones del mundo estén en contra de ellos. (Vea Mateo 24; Marcos 13; y, Lucas 21). Muchos líderes predican una gran tribulación para el mundo, quizás suceda quizás no, pero para Israel sí está profetizada, y, media vez ésta no suceda estemos seguros que Jesús no viene aún.

Zacarías nos recomienda para los tiempos del fin (que creemos ya estamos viviendo): uno, hablad siempre con la verdad con tu prójimo; dos, juzgad según la verdad y lo conducente a la paz; tres, ninguno piense mal en su corazón contra su prójimo; y cuatro, no améis el juramento falso... porque todo esto es lo que aborrece Dios (Zacarías 8:16-17). Meditemos.

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