sábado, 4 de junio de 2011

Somos de él... pero estamos aquí.

Muchos son los cristianos (y esto depende en demasía por la mala enseñanza de los maestros) que piensan que como somos cristianos, tenemos que leer las escrituras todo el día, debemos estar en la iglesia todas las noches, y dejar de hacer nuestras obligaciones en la casa o el trabajo... con tal de agradarlo a él.

NO AGRADAMOS A DIOS SI NO CUMPLIMOS CON NUESTRAS OBLIGACIONES. Ciertamente que Dios desea que leamos las escrituras; que vayamos a la iglesia y nos congreguemos con los hermanos y en paz; pero, también desea que demos buen testimonio en la vida. Y, no podemos dar buen testimonio si en la oficina tomamos tiempo del trabajo para estar "evangelizando" (simplemente NO es el lugar); no agradamos a Dios si nos sentamos en la casa tres horas a leer las escrituras, pero no preparamos la comida a tiempo. El hombre más sabio que existió después de Jesús, escribió: "PARA TODO HAY TIEMPO EN LA VIDA". Y hay tiempo de trabajar y hay tiempo de estudiar.

Jesús orando por nosotros (su pueblo) dijo: "Padre, te pido por éstos (los discípulos) y por los que han de creer por éstos (nosotros), no te pido que los quites del mundo, sino que los guardes de él, pues están en el mundo pero no son del mundo" (vea Juan 17 completo). No cumplir con nuestras obligaciones contraídas por estar sumergidos en los negocios de Dios... No agrada a Dios, no nos engañemos. Pues somos de él, pero estamos aquí. Meditemos.

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