viernes, 3 de junio de 2011

Orden, diligencia, y verdad.

Todos queremos triunfar en la vida, ciertamente unos por orgullo, otros por vanidad, otros por narcisismo, otros porque lo que queremos es tener lo suficiente para poder cubrir nuestras cuentas al fin de mes, y poder así, cumplir con lo que nos corresponde y vivir en relativa paz.

Cuando nosotros leemos la vida de Jesús, hay detalles que no se encuentran en las escrituras y que tenemos que recurrir a otros escritos judíos, pero, en una línea general podemos conocer sus movimientos leyendo los evangelios. Muchos líderes y maestros dominicales(incluyéndonos a nosotros) recomendamos leer el evangelio de Juan, debido al amor que éste evangelio encierra. Pero, si usted quiere conocer detalles que otros evangelios no dan de Jesús, si quiere conocer el orden de los acontecimientos, si desea ver recalcada la verdad en los hechos de Jesús, tiene que leer el evangelio de Lucas, Lucano, o el Médico Amado como lo llamaron los discípulos.

Lucas no fue discípulo de Jesús, solamente investigó "diligentemente", el "orden" de los acontecimientos en la vida de Jesús, y luego nos presentó la "verdad" que como dice él mismo en el capítulo 1 y verso 2: "otros enseñaron habiendo sido testigos oculares". Y afirma y confirma, que todo lo que escribe es "ciertísimo" como afirmando que "esa" es la verdad absoluta. Meditemos.

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