martes, 19 de julio de 2011

Cada día que pasa.

Cada día que pasa, aquél estudiante que se inscribió en la universidad está más cerca de ser un profesional, o, por el contrario, está mas cerca de tirar la toalla como decimos coloquialmente.

En lo espititual sucede lo mismo, hoy es seguro que estamos o más cerca de Dios de lo que estuvimos ayer, o simplemente nos quedamos atrás porque tiramos la toalla. Los discípulos eran unos antes de conocer a Jesús, pero eran otros tres años y medio después. Pedro era un hombre capaz de caminar con Jesús por tres años y medio y luego negarlo, pero cuando tuvo su momento de arrepentimiento, JAMAS volvió a ser el mismo. Ese hombre estuvo dispuesto a dejarlo todo, y a dar la vida por el ideal de aquél hombre al cual había negado un día, pero que cuando tocó y cambió su corazón lo convirtió en un valiente. Pablo, era un asesino en serie, pero luego de tener un encuentro real con Jesús y le tocara y cambiara el corazón, JAMAS volvió a ser el mismo.

Nosotros necesitamos también, no sólo, un encuentro real con Jesús sino un encuentro diario con EL. Esos encuentros diarios son los que nos tocarán y cambiarán la forma de pensar, de vivir, de ver la vida con otros ojos, de darnos cuenta que lo material es nada comparado con lo espiritual. Pero algo es seguro, cada día que pasa estamos más cerca de uno de esos dos extremos. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario