domingo, 2 de enero de 2011

Después de aquella tribulación...

Cuando los discípulos (Pedro, Jacobo, Juan y Andrés), le preguntaron al Señor ¿Cómo será el fin de nuestra era, y qué señales habrán de tu venida?. El Señor les respondió una serie de eventos infaltables antes de fin, pero con respecto a su venida dijo: "Inmediatamente... después de aquella tribulación" (Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21).

Ahora bien, el Señor Jesús no solamente les estaba dando un parámetro del día de su segunda y gloriosa venida, también "les y nos" estaba dando una parábola de lo que sucede en nuestras vidas con cada problema serio que tenemos. "Inmeditamente" después... EL viene. Sí, EL viene y nos consuela; El viene y nos exhorta a seguir adelante; EL viene y nos libra de esa prueba o ese ataque; EL viene y nos provee; EL viene y nos sana; EL viene y nos abraza; EL viene y nos salva, etc. Esa es una de las grandes lecciones que nos dejan las tribulaciones. Pablo lo dijo muy claramente en el libro de Hechos en el capítulo 14 y verso 22: " Es NECESARIO que a través de MUCHAS tribulaciones entremos en el reino de Dios".

Un predicador honesto, un predicador enviado de Dios, un predicador que se considere pastor y no un asalariado, DEBE educar y guiár a sus ovejas bajo ésta premisa. Decirles que tendrán una vida plena de paz, de poder, de prosperidad, sería ser un mentiroso. Y dice la escritura que los mentirosos no entrarán al reino de los cielos. Así como Jesús dijo que quienes no guían con la verdadera doctrina son guías ciegos que guían a ciegos, y que ambos, caerán el hoyo (Mateo 15:14). Meditemos.

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