lunes, 3 de enero de 2011

La fe es dar un paso adelante en el Señor.

Hemos estudiado que la fe es creer en lo que no vemos, es creer en lo que no tocamos pero que al estar caminando junto con Dios, lo podemos obtener. Es bueno tener fe, pero es bueno siempre y cuando estemos no solamente "con" el Señor, sino también "en" el Señor. Nos explicamos.

Todos los que creemos en Dios estamos "con" EL, y EL con nosotros. Pero es muy distinto estar "en" El, pues esto significa que lo tenemos como guía, como asesor, como nuestro consultor, como aquél al que le pedimos consejo de todo y para todo. Esto hace la diferencia. Pues al estar "con" el Señor usted puede decir: "En el nombre de Dios me voy a comprar éste o aquél auto por decir un ejemplo, que la fe en el Señor me lo hará obtener", y hasta puede que lo obtenga, pero con muchas dificultades. Pero cuando usted está "en" el Señor, EL le dirá si puede, cuando puede, cómo puede, y dónde puede, lo que implicará que sus dificultades serán mínimas. Vea usted ésta situación, Jesús es asesinado por los religiosos de su época, es puesto en un sepulcro el cual es cerrado con una gran roca. El primer día de la semana las mujeres que andaban con él, se levantan muy de mañana decididas para irlo a ungir y dan un paso de fe... "Pero se decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? (Marcos 16:3).

Ellas como andaban no solamente "con" el Señor sino también "en" el Señor, dieron un paso adelante de fe. No sabían qué hacer, cómo hacerlo, con quién hacerlo, pero Dios no solamente "iba" con ellas sino también "estaba" con ellas. Por ello, cuando llegan, la obra estaba hecha. Eso mismo nos pasará a nosotros si no sólo "estamos" con Dios sino también "andamos" con Dios. Meditemos.

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