sábado, 8 de enero de 2011

No molestes más al Maestro.

Jairo, era un principal de la sinagoga que tenía a su hija enferma, tan enferma que mientras él buscaba la ayuda de Jesús, la niña murió. Estando Jairo lejos de su casa llegaron unos emisarios con la mala noticia y le dijeron: "No molestes más al Maestro... pues tu hija ha muerto" (Lucas 8:49).

¿Cuántas veces creemos que todo está tan mal que está perdido para siempre? ¿En cuántas ocasiones se nos ha pasado por la mente, tirar la toalla como se dice por allí? ¿Cuántas noches de desvelos hemos pasado pensando que nuestro problema no sólo, no tiene solución, sino qué pena molestar a Dios por ello? ENTENDAMOS ALGO, el Cristo hecho hombre (Jesús), vino de parte de su Padre al mundo para decirnos: VENID A MI TODOS LOS CANSADOS, VENID A MI TODOS LOS AFLIGIDOS, NO HE VENIDO A SANAR Y SALVAR A LOS QUE ESTAN SANOS SINO A LOS ENFEMOS. No temamos "molestar" al Señor. El desea, El anhela, El espera que lo busquemos. El es la solución a todo problema, El es la solución a NUESTRO problema.

¿Qué consiguió Jairo cuando todos miraban todo perdido?... ¡La recuperación de su hija muerta! No le decimos, si usted está hoy de luto, que necesariamente u obligatoriamente Dios le resucitará a su pariente. Pero podemos decirle que la consolación definitivamente llegará. No temamos molestar al Maestro, pues El no se molesta porque le busquemos. Meditemos.

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