sábado, 24 de julio de 2010

¿Por qué no vemos frutos?

¿Quién quiere estar invirtiendo sus fuerzas en algo estéril? ¿Quién desea tener un terreno en el que no se pueda cultivar nada? ¿Quién quiere una porción de terreno que solamente tenga piedras? NADIE. Todos queremos ver un buen resultado al esfuerzo que hemos hecho, y mientras más, mejor.

La escritura nos dice por medio del salmista que muchas veces la tierra se convierte en estéril, por motivos que sí pudieron ser controlables, veamos: "El (Dios) convierte los ríos en desierto, y los manantiales de las aguas en sequedales, la tierra fructífera en estéril... POR LA MALDAD DE LOS QUE LA HABITAN" (Salmo 107:33-34). Casi toda la tierra que hay en el mundo es buena, lo que sucede es que por la MALDAD de las personas que la habitan, Dios decide maldecirla y que no de fruto. Si usted se toma unos minutos para leer la historia, verá que grandes zonas que antes fueron fructíferas, hoy, son desiertos por la maldad de la gente que la habitó. Vea cómo para los árabes la tierra es un desierto (por perseguir al pueblo elegido de Dios), mientras que ese mismo desierto hace que los Israelitas sean los primeros y mejores productores y exportadores de frutas en el mundo.

Vea cómo, las grandes catástrofes de los últimos tiempos han ocurrido en lugares en donde hay casinos y centros de pérdición como con el sunami de Sumatra y toda indonesia; vea cómo fue destruida Nueva Orleans en donde se celebra el famoso Marvi Grass cada año (festival de jass y de degeneración sexual); vea cómo fue destruida Haití, centro mundial del ocultismo y la hichicería. Vemos entonces, que la tierra es maldita y convertida en estéril... por la maldad de los que la habitan. Lección: Guardemos bien nuestra tierra y veremos frutos. Meditemos.

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