lunes, 1 de agosto de 2011

Y sobre ésta roca... edificaré mi iglesia.

Durante casi mil setecientos años (es decir, desde que Constantino se convirtió y fundó su imperio en Roma en el año 325 D.C.), mucha gente a creído que cuando Jesús habló con Pedro para decirle: "Tú eres Pedro, y sobre ésta roca edificaré mi iglesia", le estaba diciendo a Pedro, que él era el fundamento de la iglesia de Dios.

Lamentablemente, esa a sido una mala enseñanza que muchos han creído, pero, si analizamos el contexto de la plática entre Jesús y Pedro; y vemos el contexto de la vida misma de Jesús; el contenido de los cuatro evangelios; el contenido del libro de los Hechos de los Apóstoles; y el contenido de 21 epístolas más; y sobre todo, el contenido de Apocalípsis, vemos que: "la roca sobre la cuál está fundada la Iglesia de Dios, es la fe en que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16). Y, por si alguien lo duda y piensa que tan sólo es una opinión personal, veamos algunos detalles. ¿Cree usted, que Dios le iba a confiar a un hombre débil y pecador su Iglesia, cuando Jesús nos estaba ofreciendo al Espíritu Santo como Consolador y Dios? ¿Cree usted, que Dios iba a confiar una obra planeada desde los siglos y hasta los siglos, a un hombre que lo había de negar?

La obra del inicio de la humanidad la llevó Dios Padre personalmente, luego fue la etapa o era de Jesús en persona, luego vendría la era del Espíritu Santo, en dicho plan el hombre no era parte del verbo de la oración, sino tan sólo el predicado. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario