domingo, 21 de agosto de 2011

¿Expulsados de la sinagoga?

Hoy, todos sabemos que la Palabra de Dios se enseña, se predica, y se aprende en la iglesia los domingos, y en algunas congregaciones lo hacen los días sábados. En lo personal jamas hemos discutido la severidad de hacerlo un día u otro, pues creemos que no sólo esos días son por y para el Señor sino todos los días, la semana, el mes, el año, y toda nuestra vida.

Pero volviendo al caso, también todos sabemos que en los tiempos antiguos la Palabra de Dios se impartía en la sinagoga. Ahora bien, encontramos que para cuando Jesús vino sucedió un fenómeno por más extraño que parezca. En la sinagoga enseñaban la Ley de Moisés, llamada "Torá"; pero cuando Jesús vino enseñaba "Su doctrina", la cual era la "didache". No era en fondo, distinta a la que predicaban los religiosos, pero algo tenía de diferente, pues los religiosos NO la aceptaban; las gentes decían que la predicaba como quien tiene autoridad; lo seguían más a él que a los religiosos; lo religiosos en lugar de apoyarlo decidieron perseguirlo para matarlo, y otros puntos más. Como por ejemplo, "todo" aquél que decidiera seguir a Jesús con "esa" su doctrina: SERÍA EXPULSADO DE LA SINAGOGA" (vea Juan 9:22 por ejemplo). Jesús, en Juan 10:1-5 nos dice: "Yo soy el buen pastor... y entro por la puerta... las ovejas oyen mi voz, yo las llamo por nombre, y las SACO". Aquí caben al menos tres preguntas: Una, ¿Si él es el buen pastor, quiénes son los religiosos?; dos, ¿De dónde las saca, no será de ESA sinagoga?; y tres, ¿Si en la sinagoga enseñan la verdad, entonces por qué las saca Jesús?.

Las respuestas son claras, Jesús dijo: "MI doctrina, no es mía sino del que me envió (mi padre), en otras palabras "El es pastor" los otros son asalariados; segundo, la vida cristiana no es una vida "religiosa" es una vida de "relación" con Dios, esto significa que no todos los que están dentro de una congregación son de la congregación; y tercero, la verdad de Dios es aquella que nos hace "libres" no esclavos de normas, reglas, dogmas sin solución, y mandamientos de hombres infundidos como mandamientos de Dios, por ello, nuestro destino no es la iglesia es el reino de los cielos. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario