lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Qué obtenemos por seguir a Jesús?

Por la mente de alguien pasa el hecho de que teniendo la juventud, la vida, y las riquezas tanto que ofrecer, por qué sacrificarse por seguir a un Jesús que lo que nos ofrece es "cargar una cruz".

Es curioso, pero muchos de los que se preguntan eso... DE TODOS MODOS ESTAN LLEVANDO UNA CRUZ A CUESTAS, solamente que se les hace más pesada. ¿A qué nos referimos? Nos referimos a que cuando Jesús dijo: "Si quieres seguir en pos de mí, toma tu cruz y sígueme", no se estaba refiriendo a que hiciéramos una cruz de madera de 25 kilos y nos la pusiéramos en el hombro para empezar a caminar. La cruz es un dolor, es un sufrimiento, es una pena, una angustia, es llevar el luto, la pobreza, la limitación, la escasez y seguir a Jesús con el mismo gozo como si no tuviéramos esa CARGA, a eso se le llama llevar la cruz y seguirlo. Cuando sus discípulos NO entendieron eso, Jesús les tuvo que explicar lo siguiente: "En la REGENERACION, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel". (Mateo 19:28).

Los discípulos, materialistas como nosotros, se preguntaron lo mismo ¿Qué obtengo por seguir a Jesús? Pues la respuesta para ellos fue la misma que es para nosotros, o, si usted lo prefiere al revéz también funciona. No es en ésta vida que el Señor nos dará el galardón por seguirlo, es en la otra. Lo único, es que de éste lado del potrero hay cuatreros que nos roban el ganado, y del otro no. Y allá, dice Jesús, nos dará CIEN veces más de lo que dejemos aquí por seguirlo. Meditemos.

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