martes, 21 de diciembre de 2010

El temor de seguir a Jesús.

Millones de personas seguimos hoy a Jesús, pero al principio no fue así. La labor de evangelización que inició Jesús hace dos mil años ha llevado un largo y lento proceso. El fue presentado por su primo hermano Juan el Bautista el día que lo bautizó. Luego, Jesús eligió a 12 apóstoles; luego fueron 70 sus discípulos; más adelante el día de su partida eran cerca de 500 personas que le seguían de lleno.

Hoy, como ya sabemos somos millones. Pero el seguir a Jesús, como es por fe, desde siempre ha sido difícil. Veamos un par de casos para ejemplizar el punto. De todos los religiosos que había en los tiempos de Jesús que eran como 24,000, todos distribuidos entre las 24 clases sacerdotales establecidas por Dios en tiempos de David; 4,000 servidores del templo; y, como 2,000 fariseos, saduceos y escribas (1era. Cronicas 23:1-4 y 24:7-31). Vea usted en los tiempos de Jesús ¿Cuántos siguieron a Jesús y cómo?. Nicodemo, un fariseo: que le buscó de "noche" (Juan 3:1-2). ¿Por qué? Porque no quería que los demás supieran que estaba con Jesús. Y, José de Arimatea, aquél que fue según nos dice Lucas (23:50-51) parte del Concilio de los fariseos y saduceos pero que no consintió en lo que estaban decidiendo, y que nos dice Juan en 19:38 que seguía a Jesús "secretamente" por MIEDO a los judíos (judíos religiosos no al pueblo).

Como vemos, seguir a Jesús no siempre ha sido una fiesta como la quieren presentar algunos predicadores el día de hoy. Seguir a Jesús no significa que nuestros problemas se acabarán "necesariamente". Estos puede ser que sigan, pero la diferencia es que Jesús nos acompañará para soportarlos, o nos guiará a cómo resolverlos. Pero EL quiere que sepamos que nos ama, y que ese amor nos hará soportable la clase de vida que el mundo nos brinda hoy.

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