jueves, 16 de diciembre de 2010

Entrenándonos para mañana.

Alguien preguntó el por qué estudiamos tanto la Palabra de Dios, el por qué le dedicamos tanto tiempo a escudriñarla en lugar de gozar la vida, aprovechar que estamos sanos, que podemos ir y venir a nuestro antojo.

Cuando éramos jóvenes nos inscribimos en una academia de artes marciales, el primer día que llegamos sólo nos presentaron con los alumnos antiguos y nos pusieron en un círculo a que nos defendiéramos ¡como pudiéramos! de un ataque de ellos. El resultado fue catastrófico, golpes, moretes, y chichones por todos lados al día siguiente. Siete o ocho meses más tarde, tuvimos una pelea callejera, ya teníamos la segunda cinta que se otorga en karate, entonces fue que vimos los resultados. Los moretes, los golpes, los chichones y hasta la sangre... pero de los otros. ¿Qué sucedió? El entrenamiento nos había preparado para ese momento del mañana. Esa es la misma razón por la cual le dedicamos o debiéramos dedicarle "tanto" tiempo al estudio de la Palabra.

Si tan sólo pudiéramos ver en mínimo grado el tiempo que viene espiritualmente hablando no dudaríamos en entrenarnos para el mañana. Vienen días muy difíciles en el área espiritual. Esto que hoy vemos de matrimonios homosexuales, lésbicos, corrupción en todo nivel, mentira, engaño, estafas, secuestros, narcotráfico, etc. Es apenas una caricatura de lo que dice Apocalipsis y Mateo 24 que viene. Y por favor, no piense que somos pesimistas. Es que están escritas las profecías y las dijo nada menos que Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario