jueves, 23 de diciembre de 2010

Al instante le siguieron.

Jesús no conocía a ninguno de sus apóstoles físicamente, ni sus apóstoles le conocían a él. Solamente precedía a Jesús, su fama en Israel. De oídas habían conocido a Jesús sus primeros seguidores.

La escritura nos lo narra de la siguiente manera: "Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que estaban echando la red en el mar; porque eran pescadores. Y Jesús les dijo: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres". Y continúa diciéndonos la narración que ellos "dejando al instante" lo que hacían le siguieron (Mateo 4:18-20). La otra porción nos dice lo siguiente: "Pasando de allí, vió a otros dos hermanos, Jacobo y Juan hijos de Zebedeo, que remendaban redes, y los llamó, y ellos "dejando al instante" la barca le siguieron (Mateo 4:21-22). Al instante respondieron. La pregunta es: ¿Cuando Jesús nos llama, vamos al instante o le decimos espérame Señor?

La otra pregunta es: ¿Cuando tenemos una pena, queremos que el Señor venga al "instante" o estamos conformes con que nos responda: ¡Espérame!. No podemos bajo ningún punto de vista esperar que EL venga al instante, si cuando él nos llama lo hacemos esperar. Meditemos.

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