jueves, 18 de noviembre de 2010

Sin santidad... nadie verá al Señor.

El escritor del libro de Hebreos nos dice claramente: "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Capítulo 12, verso 14). La paz es fácil de entender, simplemente es no meternos a pleitear con nadie; vivir sin enemigos; no hacer un daño a otro, para que ese otro no pretenda hacerle daño a uno, etc. Pero, y ¿qué significa la santidad?.

No implica apartarnos a un monte y no ver a nadie para así, evitarnos pleitear; evitarnos tener enemigos; evitar hacerle daño a otro, o, que ese otro nos lo haga a nosotros. No. Jesús orando en Juan 17, dijo: "No te pido que los saques de éste mundo, sino que los guardes de él" (verso 15). Sin embargo, a Pablo se le dió el paquete completo de lo que es vivir una vida de pecador, y, lo que es vivir la vida en santidad. Un pecador vive arrastrado por los deseos de la carne, y por lo tanto, cometiendo algunos o todos de los siguiente pecados: "adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes razón por la cual NO HEREDARAN EL REINO DE LOS CIELOS (Gálatas 5:19-21).

Pero también nos dice lo que es vivir en santidad: " amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza, que son frutos del Espíritu de Dios" (versos 22-23). Vivir para Dios y en Dios... no es fácil, pero sí se puede porque él nos envía su Espíritu Santo para fortalecernos, para guiárnos, para instruirnos. Y, si no le seguimos, entonces NUNCA veremos al Señor. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario