lunes, 1 de noviembre de 2010

No a los ángeles sino a la descendencia de Abraham.

Volvimos a encontrarnos con personas que creen que todo ser viviente ha de ser salvo tarde o temprano. No saben explicar en qué era, en qué momento, en qué etapa de la vida, pero TODOS se van a salvar hasta el diablo. Esto no es ni más ni menos que la mal llamada "doctrina" del Universalismo. Unos la predican con un toque, otros con otro. Pero, media vez incluya la salvación total de buenos y malos, y sobre todo, la salvación de satanás es la doctrina del Universalismo.

El escritor de los Hebreos nos deja claro, quizás muy claro diríamos, el hecho de que hay buenos y malos, píos e impios, gente amiga de Dios y gente enemiga de Dios, en fin que hay salvos y condenados. Vea usted cómo lo explica el autor del libro: "Porque ciertamente no socorrió (Dios) a los ángeles, sino que socorrió a la "descendencia" de Abraham" (La palabra "socorriö" es la palabra griega "Epilambanomai" que significa: tomar para sí, rescatar, ayudar, auxiliar)(Hebreos 2:16). ¿Quién es la descendencia de Abraham que será tomada para sí, rescatada, ayudada, auxiliada? Lo vimos en el libro de Efesios, son los de la FE. No todos los hijos de Ismael se van a condenar, pero no todos los hijos de Isaac serán salvos, sino dentro de ellos lo que tengan la fe puesta en Jesucristo.

Oigamos pues la voz de Dios mientras pueda ser oída dice la Palabra de Dios, lo que implica que llegará un día en el cual esa voz YA NO SE PODRA OIR. Hoy pues, es nuestro tiempo, nuestro momento, y quizás hasta nuestra única o última oportunidad de poder oír la voz de Dios NO ENDUREZCAMOS EL CORAZON con vanas palabrerías de humana sabiduría. Meditemos.

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