martes, 19 de octubre de 2010

No está muerto... duerme, vamos para despertarle.

En cierta ocasión, en invierno, en la fiesta de la Dedicación (fiesta que se celebra cada año, en conmemoración de la purificación del templo de Jerusalén, instituida por Judas Macabeo, debido a que Antíoco Epifanes había profanodo el templo), Jesús andaba con sus discípulos cuando le fueron a llamar porque Lázaro, su gran amigo, estaba enfermo de muerte, tanto así, que murió.

Jesús en lugar de salir corriendo para la casa de Lázaro, Marta y María sus amados, se quedó dos días más en Jerusalén. Cuando le avisaron nuevamente de Lázaro, éste había muerto, más Jesús exclama: No está muerto... duerme, vamos para despertarle (Juan capítulos 10-11). Ayer, mientras estudiábamos recibimos una llamada tempranera, de esas que cuando uno oye el teléfono sabe PERFECTAMENTE que algo no agradable pasó. Efectivamente era para avisarnos que la hermana Almita de Flores, esposa de nuestro pastor en Antigua Guatemala había amanecido muerta. Tuvimos el privilegio de verla tendedida en la caja, lo primero que se nos vino a la mente fue: NO ESTA MUERTA...DUERME, y luego, una lágrima rodó por nuestro rostro pues claramente pudimos ver cómo, pronto, pero muy pronto, veremos a Nuestro Cristo rodeado de ángeles viniendo sobre ésta corrupta y envenenada tierra diciéndoles a sus ángeles: VAMOS PARA DESPERTAR A TODOS LOS QUE ME HAN SEGUIDO.

Sí, los que seguimos a Jesús NO MORIREMOS, DORMIREMOS HASTA QUE EL VENGA. Qué esperanza tan linda, qué soplo de aliento el saber que aún y cuando estamos rodeados de gente corrupta, de gente perversa, de gente egoísta, cuando nos llegue la hora NO ESTAREMOS MUERTOS COMO ELLOS...SINO DORMIDOS PARA CRISTO. Qué esperanza más linda saber que pronto, pero muy pronto Nuestro Cristo dirá: VAMOS PARA DESPERTARLES. Y así como le sucedió a Lázaro... seremos levantados. Meditemos.

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