martes, 5 de octubre de 2010

Desde el año 20 hasta el 2010.

Pablo se ve obligado a escribir una carta a los Gálatas, aproximadamente en el año 50 ó 53, para enderezarles la doctrina, pues al estudiarla nos damos cuenta que, apenas, 18 ó 20 años después de la muerte de Cristo ya la doctrina del evangelio se estaba desviando.

Apenas habían transcurrido unos años desde que Cristo había muerto y resucitado, apenas la Iglesia de Gálatas tendría entre 3 y 4 años de fundada (recordemos que Pablo, luego de su encuentro con Cristo pasó 3 años en Arabia y Damasco, y luego 14 años más tarde llegó o subió, según sus propias palabras, a Jerusalén (ver Gálatas 1:18 y 2:1) y, si asumimos que Cristo se le presentó a Pablo al año de su resurección, llegamos tentativamente al año 50. Pero debemos recordar que nuestro calendario, llamado Gregoriano por el sacerdote que lo hizo, tiene un error de 4 años, volvemos al año 45 o 46 como año de la fundación de la iglesia de Gálatas). El hecho es que, Pablo, se ve en la necesidad de hablar de los fundamentos del evangelio, y para quiénes es dicho evangelio.

Explica Pablo en los capítulos 2 y 3 de Gálatas que, ciertamente en Abraham fueron benditas TODAS las naciones, pero, entre esas naciones SOLAMENTE los de "LA" simiente NO los de "LAS" simientes. En buen castellano nos explica que, SOLAMENTE LOS QUE TIENEN FE EN JESUCRISTO QUE ES LA SIMIENTE serán benditos. El, Pablo lo escribió así: "Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a "SU" simiente. No dice a "SUS" simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es CRISTO" (Gálatas 3:16). No todos los humanos serán salvos, sino solamente los que crean en Jesús el Cristo de Dios. Meditemos.

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