martes, 15 de junio de 2010

El amigo y hermano que acrecentó su fe.

Lo que a continuación va a leer no es para que usted lo haga... solamente porque otro lo hizo. No es para que usted lo haga... si no recibe de los cielos una palabra para hacerlo. No es para que usted lo haga... si no desea acrecentar su fe. Porque conocemos personalmente a la persona que lo hizo; porque somos testigos fieles de que lo hizo; porque vimos los resultados palpables de lo que Dios hizo... es que se lo compartimos.

Hace alrededor de veiticinco años un amigo y hermano en la fe estaba orando por sus finanzas personales, pues no lograba cubrir siquiera sus necesidades básicas. El era un enemigo declarado del "diezmo" pues miraba que lo utilizaban para pisos, sillas, paredes, parqueos, sueldos de los hermanos encargados de la iglesia, y un jugozo sueldo para el líder; mientras que, en la congregación había hermanos sin trabajo, había viudas sin un sustento, madres solteras pasando penas, etc. Por ello se resistía y daba lo mínimo que podía dar. Una noche, orando en su lugar secreto le dijo a Dios: "Señor ¿Cuál es la razón por la que no me das lo suficiente para que pueda mantener a mi familia? ¿Por qué a otros les das en abundancia y a mi me tienes tan limitado? Por los resultados que vimos, podemos decirle que la voz que escuchó el amigo y hermano, venia de Dios. Lo que recibió de respuesta fue: "Dame el doble de lo que me das". El hermano se quedó de una sola pieza nos contó tiempo después. ¿Cómo era posible que no le alcanzaba lo que tenía, y la llave era dar más".

Nos contó el hermano que no sabe de dónde sacó las fuerzas para confiar, pero que lo hizo. Hoy, ese hermano ya no da el doble de lo que su Señor le pidió, da muchísimo más, pero no falta sobre su techo y el de los suyos la presencia de Dios, la paz de Dios, el amor de Dios, la misericordia de Dios, la provisión sobreabundante de Dios. Lo único, es que esa ayuda que él da (anónimamente), la da directamente a los necesitados, entiéndase a la viuda, al huérfano, al hambriento, al que tiene frío cubrirse, a los presos... no la da para pisos, sillas, parqueos, o fomentar nepotismo en la iglesia. De ese amigo y hermano hoy, podemos decir que acrecentó su fe. Meditemos.

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