miércoles, 29 de septiembre de 2010

Oremos por la ciudad en donde vivimos.

Como hemos venido viendo en el libro de Jeremias, este ha sido mandado por Dios a decirle al pueblo que se preparen porque iran en cautiverio. Ademas les dijo que los que no fueran en cautiverio moririan. Esto es una leccion practica para los creyentes del dia de hoy. O vamos al cautiverio de las aflicciones, de las penas, de las angustias, del evangelio de la cruz; o simplemente adecuamos nuestro evangelio al libertinaje, sabiendo que, el primer sistema de vida nos da vida pero el otro no.

Pero, quizas la leccion mas importante que Dios queria dar en ese pasaje del pueblo de Israel, es el hecho de que a los que van en cautiverio les dice: "Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos; casaos, y engendrad hijos, y dad maridos a vuestras hijas (por supuesto de dentro de ellos mismos, no de los pueblos extranjeros), para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahi, y no os disminuyais; y procurad la paz de la CIUDAD a la cual os hice transportar, y ROGAD POR ELLA A JEHOVA; porque en su paz tendreis paz" (Jeremias 29:5-7).

Esa es la voluntad perfecta de Dios, de nosotros depende que tengamos paz en medio de la ciudad en donde vivimos, media vez cumplamos los requisitos: vivir apegados a lo que El desea de su pueblo; tener una familia unida; rogar por esa ciudad. No va entonces a importar nada de lo que suceda en ella, porque Dios estara con nosotros y tendremos y estaremos en paz. Meditemos.

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