jueves, 16 de septiembre de 2010

El necio dice en su corazón: No hay Dios.

Cuando una persona está muy cómoda viviendo en sus pecados, y por consiguiente no quiere salir de ellos, la razón que da generalmente es que "no hay Dios". Que quienes creemos en el "invento religioso" de un Dios, estamos siendo engañados debido a nuestra debilidad pues todo lo que nos acontece es producto del destino, de la casualidad, o puras coincidencias.

No es eso lo que dice la Escritura, y, los que creemos en Dios por convicción propia que somos la gran mayoría, sabemos, no porque algún líder nos lo haya hecho saber sino por experiencias personales, que sí es así. Nos dice el escritor del libro de Hebreos que: "Y de manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Hebreos 9:27). Así, también, se nos dice que al final de los tiempos, cuando todo el plan de Dios se haya consumado, entonces habrá un "tribunal divino" en el cual dice Apocalipsis que: "Los muertos, grandes y pequeños, estarán de pie delante de Dios; y los libros serán abiertos; y el libro de la vida será abierto, y serán juzgados cada uno según sus obras" (Apocalipsis 20:12 y 13).

Nadie se salvará de ser juzgado. La palabra utilizada para "juzgar" en apocalipsis es "Krino", que significa: juzgar, condenar, o, enfrentar a la ley, y su sentido más práctico es: Pronunciar una opinión concerniente a lo correcto o equivocado de una acción". Así pues, todos seremos juzgados por nuestras acciones, lo entendamos o no, lo querramos creer o no. Meditemos.

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