martes, 21 de septiembre de 2010

Corazones engañosos, corazones benditos, y corazones malditos .

Dios le dijo a Jeremías: "Engañoso y perverso es el corazón humano más que todo en esta vida, ¿Quién lo conocerá?" Y, le agregó la respuesta:"Yo, Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de su obra" (Jeremías 17:9-10).

Israel, el Pueblo de Dios le había fallado a Dios con respecto al Pacto que había hecho con ellos: "Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; pero sólo a mí adoraréis, no tendréis dioses ajenos". Pero el pueblo falló, el pueblo se fue precisamente delante de otros dioses, y entonces Dios les dice: "Perderás la heredad que yo te dí, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste, porque fuego habéis encendido en mi furor, que para siempre arderá, MALDITO el hombre que confíe en el hombre, y su corazón APARTA de Jehová; pero BENDITO el hombre que confía en Jehová, y cuya confianza está en Jehová" (Jeremías 17:4-7).

Dios quiere que nuestra confianza la tengamos y la pongamos en EL, los que así lo hagamos seremos BENDITOS, pero los que no serán hechados al fuego eterno, eso dice Dios en el Antiguo Testamento, y es una línea que mantiene también en el Nuevo Testament; si decimos que somos creyentes, es precisamente porque le "creemos", de allí su denominación. Así que, a quien su corazón engañe y crea en los hombres será maldito; y a quien su corazón no le engañe y siga a Dios será bendito al final de su vida, y esto, muy independientemente de que Dios es amor, de que es bueno, de que es misericordioso, etc. eso no está en tela de juicio, sino las acciones del hombre. Meditemos.

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