domingo, 10 de abril de 2011

¿Quienes son los justos, los rectos, los santos?

Cuando pensamos en una persona santa, pensamos en alguien intachable, en alguien perfecto, en alguien que no cometió errores en su vida o que no los comete. La idea de un santo para muchas personas es la imagen de aquella persona bonachona que carga una aureola sobre su cabeza.

Nada más alejado de la verdad. Los discípulos fueron justos, rectos, santos y mire usted lo que hicieron: Pablo, un asesino convulsivo, hoy le dirían asesino en serie. Pedro, negando a su Señor; Felipe, un hombre sin fe luego de haber visto tanto milagro; Tomás, incrédulo ante todos los acontecimientos que durante ocho días le habían testificado personas honorables y confiables. Juan y Jacobo, violentos, querían destruir una ciudad con fuego sólo porque no recibieron a Jesús como ellos suponían. ¿Son éstos acaso, la imagen de los santos que nosotros tenemos? Definitivamente no. En todo caso son todo lo contrario a lo que pensamos. Pero, la escritura nos dice que todos ellos fueron santos, justos, y rectos. ¿Por qué?.

Porque los ojos de Dios miran diferente a los ojos de los hombres. Uno, el mide la intención del corazón del hombre. Dos, lo mide dependiendo del conocimiento que el hombre tenga de Dios. Tres, lo mide dependiendo lo que El espera de cada persona. Cuatro, el mira la obediencia o la rebeldía a lo que El ha establecido como correcto, vea lo que dice Oseas 14:9: "Porque los caminos de Jehová son RECTOS, y los JUSTOS (los santos, los rectos), andarán por ellos; mas los REBELDES caerán en ellos". Meditemos.

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