martes, 26 de abril de 2011

Qué sucede con quien estorba el estorbo.

Hace unas semanas escibimos acerca de cómo el Señor durante toda la historia del pueblo de Israel, ha quitado los estorbos. Situación que aún procura. Nada que estorbe al hombre con Dios, o, que estorbe lo que es de Dios puede prevalecer.

Pues bien, hoy el Señor nos lleva a ver qué sucede con quienes estorban los estorbos que no le gustan a Dios. La historia es la de Abigaíl. Si recordamos fue la esposa de Nabal, un hombre que como el significado de su nombre lo decía, era "insensato". Nabal era un hombre rico, a quien David por unos años le había protegido a sus gentes en el desierto según nos narra el libro de 1era. de Samuel en el capítulo 25, y cuando David necesitó comida para sus ejércitos, Nabal se la negó. Esto encendió la ira de David y se dispuso destruirlo a él y a sus gentes, pero, Abigaíl enterándose de lo sucedido tomó comida suficiente y de sobra, y montándo un asno y tomando un atajo, llegó y se postró ante David, intercediendo por su marido. Abigaíl estaba estorbando el estorbo.

Qué fue lo que sucedió al final, Dios envía a Nabal una enfermedad que lo mata en diez días, Abigaíl queda viuda, y David, atendiendo al clamor de ella cuando intercedió que le dijo: "Acuérdate de tu sierva, cuando Jehová haga bien a mi Señor" (1era. Samuel 25:31), la manda a traer y la hace su esposa (verso 39). Dios bendice a quien estorba el estorbo, pero elimina los estorbos. Meditemos.

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