Amós, es un personaje bíblico que nosotros conocemos como profeta, pues está en las escrituras como el profeta Amós. Pero, realmente no era un profeta, él mismo nos lo aclara en el capítulo 7 y verso 14, cuando nos dice: "No soy profeta ni hijo de profeta, sino soy boyero (persona que pastaba bueyes).
Sin embargo, Dios lo envió a profetizar en contra de Israel por la idolatría en la que había caído nuevamente el pueblo, y en esos menesteres andaba cuando se le presenta Amasías y le quiere prohibir que lo haga, especial y específicamente porque lo que está profetizando no son buenas noticias para Israel, pues es el cautiverio. Así la situación, Dios le manda a decir a Amós que sentencie a Amasías con las siguientes palabras: "Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada; y tu tierra será repartida por suertes; y tú, morirás en tierra inmunda e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra" (Ampos 7:17).
Todo sucedió como Dios lo dijo. La lección que nos deja ésto es que: "Todo aquél que es un estorbo a los planes de Dios, sufrirá las consecuencias y será quitado de en medio, no importa por medio de quién el Señor hable, si es una persona con autoridad humana o no, media vez Dios lo autorice todo se cumplirá". Meditemos.
martes, 19 de abril de 2011
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