martes, 5 de abril de 2011

Bienaventurado el que tú escogiéres.

Como todos sabemos en ésta nuestra actualidad hay carreras universitarias por doquier. Hasta hace unos cuarenta o treinta años, todos optábamos a ser médicos, ingenieros, abogados, arquitéctos, etc.

Hoy, usted llega a donde un abogado y dependiendo el ramo de su problema necesita un abogano penalista, un abogado especializado en asuntos de familia, un abogado especialista en tratados internacionales, etc. Si necesita un ingeniero tiene que ser civil, electrico, químico, administrador, etc. Ya no digamos si lo que necesita es un médico, ahora hay especialistas en neurología, cardiólogos, cancerólogos, nutricionistas, pediatras especialistas en neonatos y en recién nacidos, casi que una especialidad por enfermedad, etc. Ahora bien, el punto que queremos analizar es el siguiente: ¿Cree usted que cada uno de esos profesionales, es lo que es, solamente por voluntad propia? o cree usted que es la voluntad (Plan)de Dios que cada uno haya tomado ese camino.

La escritura nos responde a esa pregunta tajantemente: "Bienaventurado el que tú (Dios) escogieres y atrajeres a tí, para que HABITE en tus atrios" (Salmo 65:4). ¿Sabía usted que los verdaderos pastores y líderes de la iglesia (no los asalariados ni los religiosos), FUERON ESCOGIDOS POR DIOS PARA QUE TOMARAN ESE CAMINO?. Y, ¿Si los encargados de salvar almas, que es lo más importante para el hombre, fueron escogidos por Dios? ¿No cree que una simple profesión también la decidió él? Meditemos.

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