El famoso barco de principios de siglo pasado, Titanic, de todos es conocida su historia, su hundimiento en el viaje de inaguración. Se hundió en las aguas del océano atlántico, y hoy, está a cuatro kilómetros bajo de agua.
Los científicos e investigadores marinos han descubierto en los mares, profundidades cercanas a los once kilómetros. ¿Qué tienen de impresionante esos datos? Pues claro que nos impresiona que si usted está en un barco sobre esas aguas, y deja caer un objeto ese objeto se hundirá once kilómetros para quizás nunca más ser visto o tocado. Bueno lo impresionante es que, dice Dios acerca de sus seguidores: "El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará EN LO PROFUNDO DEL MAR, TODOS NUESTROS PECADOS" (Miqueas 7:19). Vaya usted y trate de recoger un objeto que está dentro del Titanic a cuatro mil metros de profundidad, o, vaya usted y luche por recoger uno de sus pecados, que DIOS ha dejado reposar a once kilómetros de profundidad.
¡Por eso somos llamados Santos!. Porque los pecados y las faltas de las cuales nosotros, y otros nos achacamos y nos achacan... para Dios están a once kilómetros bajo de agua, no se ven, no se pueden tocar. No somos santos porque el hombre nos nombre o nos elija como santos, somos santos porque Dios nos santificó. Meditemos.
domingo, 1 de mayo de 2011
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