sábado, 21 de mayo de 2011

¿Por qué madrugamos para estar con Dios?

Cuando tenemos una pena, una angustia, o cualquier necesidad lo primero que hacemos es alzar nuestros ojos y pedir del cielo una ayuda... pero pronta !!!! Cómo nos cuesta la espera para que esa respuesta llegue, siempre llega, pero la espera nos desespera.

¿Cuál es la razón por la cuál tenemos que esperar cuando clamamos al cielo? La respuesta quizás es tan simple que por ello no la entendemos. Cuando el cielo nos llama ¿Atendemos pronto? Cuando el Señor nos hace sentir que lo busquemos ¿Respondemos, ya mererito Señor o vamos pronto? Cuando Dios quiere que estemos con El ¿Primero terminamos de ver la película que estamos viendo, y luego lo buscamos o vamos inmediatamente?. Si nosotros hacemos esperar al Señor, ¿Cómo pretendemos que EL responda inmediatamente a nuestro clamor? Entendamos de una vez por todas, el Señor es nuestro "ayudador" no nuestro "mandadero". El quiere ayudarnos pero no lo utilicemos como a un empleado. Pidamos, mas no exijamos, y menos cuando no cumplimos.

Para que el Señor nos responda inmediatamente en la angustia, hemos de tener o de hacer algún mérito. El Salmista lo declara de ésta forma: "Mira mi aflicción, y LIBRAME... porque de tu ley no me he olvidado" (Salmo 119:153). Uno de esos llamados prontos, creemos nosotros es madrugar para estar primero con el Señor y luego con los hombres, es por ello que lo practicamos. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario