sábado, 14 de mayo de 2011

Bendición sobre bendición.

"Aumentará Jehová la bendición sobre vosotros, sobre vosotros y sobre vuestros hijos" Salmo 115, verso 14.

¿Quién entre los hombres prefiere ser bendecido él pero no ver bendcido a un hijo? ¿Acaso no somos los padres los que debiéramos de quitarnos el pan de la boca, para que nuestros hijos coman? ¿No es más deseable ver bendecido a un hijo, que ser bendecido uno? y, ¿No es acaso mayor deseo, el ser bendecidos nosotros y ver bendecidos a los hijos?. Pues eso es lo que Dios desea, y ese era el objetivo del salmista cuando nos presenta ese argumento. Pero, ¿Cómo lograrlo?. El salmista nos da la clave: "Jehová, bendecirá a los que TEMEN, a los pequeños y a los grandes". Verso 13. Ese es el gran secreto para ser bendecidos nosotros y nuestros hijos... TEMER a Jehová. Y, TEMER a Jehová no significa "tenerle miedo", sino honrarlo, respetarlo, obedecerlo, seguir sus instrucciones.

Ahora bien, benditos somos desde el momento en que conocemos y tratamos de una forma personal a Dios, pero bendición sobre bendición significa ser prosperados. Pero no porque busquemos la prosperidad (como predican falsamente algunos asalariados), sino como una consecuencia de haber agradado a nuestro Padre Celestial. Meditemos.

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