sábado, 19 de febrero de 2011

Te creo Señor.

Jorge necesita una chamarra y acude a Carlos, y Carlos se la presta; Jorge necesita un consejo y acude a Carlos, y Carlos le pone atención; Jorge necesita un vehículo y Carlos se lo presta incondicionalmente. ¿La próxima vez que Jorge necesite algo, a quién cree usted que acudirá?

Carlos, con cada "necesidad" que ha tenido Jorge, ha tenido la oportunidad de hacer que Jorge "crea y confíe" más en él. ¿No es eso acaso lo que nos pasa con Dios? No es pues en cada "necesidad" cubierta por Dios, el momento en el que nuestra fe, nuestra confianza, crecen en Dios?. Pero, si andamos creyendo y predicando que como somos "príncipes" porque somos hijos del "Rey", no PODEMOS tener escasez, necesidad, limitación, enfermedad, frío, hambre, falta de trabajo... ¿Cómo podrá Dios mostrarnos que es confiable? ¿Cómo nos dará en abundancia, si no padecemos escasez; cómo cubrirá nuestra necesidad, si no la tenemos; cómo ampliará nuestra vida, si no hay momentos de estrechéz; cómo nos curará, si no estamos enfermos algún día; cómo nos quitará el frío, si no lo padecemos; cómo nos dará trabajo, si no estamos desempleados?

Dios permite en la vida del creyente "lo que nosotros creemos son problemas" ¿Para qué? Para poder él mostrar lo que es capaz de hacer, y, como hemos predicado en otras ocasiones... siempre o casi siempre llega tarde. ¿Para qué? Para demostrarnos que cuando el cuerpo ya tiene cuatro días de muerto y apesta (Lázaro)... entonces hacer un milagro. Y nosotros podamos decir: Te creo Señor. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario