jueves 17 de febrero de 2011
Para nosotros la palabra "sacerdote" solamente nos hace pensar en "cualquier" persona con tendencias religiosas, que estudia, se prepara, y luego ejerce la tarea de sacerdote. Pero originalmente no fue así.
El sacerdocio lo instituyó Dios mismo cuando le dijo a Moisés que ungiera a Aarón su hermano como el primer sacerdote de la historia (Exodo 28:3), aún y cuando, vemos que Melquisedec es llamado sacerdote muchos años antes. Luego de la investidura de Aarón como sacerdote, vemos cómo Dios le dice a Moisés que solamente los "hijos" de Aarón serán los sacerdotes del pueblo de Dios...por todas sus generaciones (versos 4-5). Años más tarde, cuando Jesús le explica a Juan la "revelación o apocalipsis de los tiempos", le dice que TODOS los que aceptamos que su sacrificio de sangre es suficiente para perdonar nuestros pecados, y le seguimos... SOMOS REYES Y SACERDOTES PARA DIOS, SU PADRE (Apocalipsis 1:6). En otras palabras, todos los creyentes en Cristo somos llamados y "elegidos" a ser sacerdotes.
Si es así, entonces vivamos como sacerdotes, preparémonos como sacerdotes, instruyámos a nuestros hijos como sacerdotes. Hemos tomado a la ligera el servicio sacerdotal, ya sea por ignorancia o por negligencia, pero nunca es tarde para empezar a ejercerlo. Los nuestros lo agradecerán, y sobre todo, agradaremos a Dios. Meditemos.
viernes, 18 de febrero de 2011
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