lunes, 14 de febrero de 2011

¿Quién dió la orden de ejecutar a Jesús?

Jesús iba por toda la región de Judea en el sur, Samaria en el centro, y Galilea en el norte de Israel haciendo milagros, haciendo grandes señales, predicando como quien tiene autoridad, esto es, sabiendo y cumpliendo lo que decía. Es más, iba en las tres regiones SACANDO a las gentes de la sinagoga para hacer que se congregaran en casas (vea Juan 10:1-6).

Estaba predicando una "doctrina" diferente a la ley que predicaban los sacerdotes, él mismo lo decía: "Mi didache (o doctrina), no es mía sino es del que me envió". Les estaba quitando su negocio a los religiosos. Estaba sacando a las ovejas de las singogas a un ritmo de tres mil ó de cinco mil por día. Visto el panorama de ésta manera, es Caifás, el Sumo Sacerdote por aquellos días, quien dice: "Si le dejamos así, TODOS creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación... ¿No nos conviene acaso, que mejor muera un sólo hombre por el pueblo, y no que toda la nación perezca?". Fue aquél "famoso" representante de la clase religiosa, aquél que debía de ser el principal promotor del Hijo de Dios que venía a SU casa, a SU pueblo, a SU templo, el que dió la sentencia y la orden para que Jesús, el Cristo, fuera preso y muerto haciéndolo pasar por un conspirador ante la clase gobernante romana (vea Juan 48-51).

Cuando Jesús el Cristo venga otra vez, será exactamente igual. Los religosos que no tengan una relación íntima, personal, y directa con el Hijo de Dios. Verán sus imperios amenazados, verán su medio de vida en peligro, y serán ellos, quienes en contuvernio con el gobierno secular... TRATEN de aniquilar otra vez al Cristo, solamente que en ésta ocasión no lo lograrán. Meditemos.

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