miércoles, 23 de febrero de 2011

Fariseísmo: Cuando las leyes del hombre están por encima de las leyes de Dios.

Llegado el tiempo en que Jesús había de morir, nos narra la historia que Judas el discípulo traidor, fue con una fuerte guardia a tomarlo preso. Luego de que se hiciera así, Jesús fue llevado a la casa de Anás y de Caifás, primeramente. ¿Por qué Jesús es llevado a la casa de los religiosos, en lugar de ser llevado a una prisión, si estaba siendo tomado como prisionero?(Juan 18:13).

Simplemente, porque la muerte de Jesús fue una conspiración religiosa que se disfrazó de conspiración política. Vea usted los acontecimientos: Uno, es tomado prisionero por la guardia de los religiosos, no por la guardia romana (Juan 18:3). Dos, es llevado como último recurso al Pretorio, lugar de reunión romano, lugar al que dicho sea de paso los religosos no entran para no "contaminarse" (Juan 18:28). En otras palabras, para los fariseos era menos pecado conspirar por la muerte de un hombre, que poner los pies en un lugar gentil. Tres, los religiosos claman porque "entre ellos" hay una ley que les permite "condenar" a un hombre, pero no les permite "matarlo personalmente", así, le pasan la braza a quienes sí tienen costumbre de hacerlo, los militares romanos (Juan 18:31).

Hoy, muchos creyentes vivimos bajo esas mismas condiciones religiosas, TENEMOS NUESTRAS PROPIAS LEYES, bajo las cuales nos permitimos condenar a alguien, pero, como esas mismas leyes no nos permitan matarlo, entonces le endozamos el señalamiento y la condenación a otros. No permitimos que muchos conozcan a Dios, porque lo que mostramos de él, son solamente sus juicios, sus rechazos, sus leyes, pero no mostramos su bondad, su amor, su misericordia, su deseo de perdonar a quienes quieren ser perdonados. Olvidándonos así, de que una vez nosotros también estuvimos del lado que hoy señalamos y condenamos. Meditemos.

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