viernes, 18 de febrero de 2011

Los propósitos de Dios.

martes 15 de febrero de 2011

María y Marta ven muy enfermo a su hermano Lázaro, lo primero que piensan después de haber visto durante años la forma de vida de Jesús, y el amor que les tenía a los tres como familia, es llamarlo de urgencia. "El", puede salvar a nuestro hermano, piensan.

Pero cuando trasladamos nuestros ojos a la escena en donde está Jesús, lo vemos muy tranquilo escuchando: "Señor, el que amas está enfermo" (Juan 11:3). Lo primero que uno piensa es, Jesús dejará TODO lo que está haciendo, se arremangará la túnica, y saldrá corriendo para auxiliar al amigo amado. Sin embargo, lo vemos con toda calma hacer una "primera" pausa de DOS DIAS en el lugar en donde estaba (verso 6). Y, como si fuera poco cuando al FIN decide moverse, no va directo a la casa de Lázaro sino se queda esperando en la entrada de la aldea (verso 30), hasta que María llega a decirle personalmente que para qué, que ya no es necesaria su ayuda, que Lázaro había muerto (verso 32). Pero en todo esto que nadie entendía, había un plan... el milagro.

Eso mismo nos sucede a nosotros, cuando tenemos angustias, cuando tenemos limitaciones, enfermedades, etc. clamamos a Dios y esperamos que se amarre la túnica, que salga corriendo porque el que "ama" está necesitado. Sin embargo, él "casi siempre se tarda" ¿por qué? Porque tiene un plan... un milagro para nosotros. Meditemos.

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