martes, 13 de septiembre de 2011

Ofrendas sin defecto.

Si usted tiene algún tiempo siguiendo la lectura de ésta pequeña ventana al mundo, sabrá de sobra que nosotros no somos de los que creemos en el diezmo tal y como se predica hoy en día, y lastimosamente en abundancia, en las congregaciones.

Y, si usted es nuevo siguiéndonos en la lectura le explicamos nuestro sentir. El diezmo fue instituido para el Antiguo Testamento, y para Dios, NUNCA ha sido tan importante como para los hombres, se lo demostramos: Abraham lo dió una sola vez; nunca se lo enseñó a Isaac, de quien NUNCA se menciona que lo haya dado; Jesucristo no lo dío ni lo enseñó NUNCA, y si alguien conoce el corazón del padre, ese es Jesucristo; después de Cristo, los discípulos y Pablo NUNCA lo enseñaron a las congregaciones, enseñaron la ofrenda. Ahora bien, Dios ama AL DADOR ALEGRE. Y, nosotros en lo personal no solamente lo creemos, lo practicamos, sino también lo predicamos que: El diezmo es la "base" no el "techo" de demostrarle a Dios cuánto estamos agradecidos por TODO lo que nos da, por TODO lo que hace por nosotros. Además, una de sus antiguas leyes dice así: "Asimismo, cuando alguien ofreciera a Jehová una ofrenda... que ésta sea sin defecto" (Lévito 22:20). Esto lo han predicado y practicado grandes hombres de fe, entre ellos Demos Shakarian, quien fuera fundador de la Fraternidad de Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio Completo".

Ahora bien, también somos de los que creen, practican, y predican que dichas ofrendas NO SON PARA CONSTRUIR TEMPLOS DE PIEDRA MUERTA, sino para darles de comer a los templos. Siendo que Pablo insiste que los templos ahora somos las gentes, no las construcciones inertes. Dé al pobre, dé al necesitado, dé al indigente, dé al anciano, a la viuda, al huérfano... Y que su ofrenda sea sin defecto, pero NO CONSTRUYA TEMPLOS MUERTOS. Meditemos.

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