Causas y efectos de un testimonio.

Hace unos días decíamos que es necesario que los que hemos recibo los favores de Dios los divulguemos, es de lo menos que podemos hacer para agradecer a Dios el que nos vea con misericordia, decíamos tambíen que ese testimonio hace acrecentar la fe no sólo nuestra sino la de otros.

Pues bien, hoy queremos comentar otro tipo de causa y efecto que provoca el hecho de dar nuestro testimonio. No es tan agradable como los que ya hemos mencionado pero no por eso dejan de ser parte de la vida del creyente, y, en el caso como el de nosotros que creemos firmemente que estamos viviendo los tiempos finales de la humanidad tal y como la hemos conocido hasta hoy, lo consideramos más importante y más relevante aún. Veamos el caso de Lázaro, éste se enferma y sus hermanas envían a llamar a Jesús, cuando Jesús llega Lázaro ya ha muerto. Jesús pide le lleven a su tumba, lo llama por nombre y Lázaro sale caminando. Un milagro, un testimonio vivo y eficaz, pero, y éste es el punto que queremos resaltar, trae consecuencias. Los religiosos cuando escuchan que por el testimonio de Lázaro "muchos" están dejando las sinagogas para seguir a ese tal Jesús, no solamente planean matar a Jesús sino también a Lázaro (vea Juan 12:10-11).

Creemos firmemente que vienen tiempos (y pronto) en que las iglesias cristianas ya no se llenarán como se han llenado hasta el día de hoy, por la sencilla razón de que vienen tiempos totalmente distintos a los que muchos líderes irresponsables han estado predicando y profetizando dentro del pueblo de Dios. Viene persecusión a causa de Cristo, no vienen tiempos de paz, de poder, y de prosperidad económica. Al contrario vienen tiempos de guerra, de persecusión, de lucha, de enfrentamientos. Pero, que eso no nos quite el sueño. Jesús dijo: "DESFALLECIENDO LOS HOMBRES POR EL TEMOR Y LA EXPECTACION DE LAS COSAS QUE VENDRÁN SOBRE LA TIERRA...CUANDO TODO ESTO ACONTEZCA, REGOCIJAOS, PUES VUESTRA REDENCION ESTA CERCANA" (Lucas 21.26-28).