martes, 20 de abril de 2010

Y he aquí, hubo un gran terremoto.

Pocas circunstancias en la cotidianidad de la humanidad causan tanto pánico y tanto terror como los terremotos, usted puede oír tormentas eléctircas y muchos se espantan; usted puede ver granizadas o nieves muy severas, y muchas personas también se espantan; pero, cuando la tierra tiembla bajo nuestros pies entonces casi todo el mundo se espanta. Y con toda razón, pues desconcierta, que lo que suponemos más estable, que es lo que nos sostiene se mueva. El que el piso se mueva, las paredes truenen, y los vidrios se quiebren en nuestra presencia nos da terror a la gran mayoría de personas.

Vaya si ésto no lo sabe bien Dios, por alguna razón EL permitió que en toda la escritura, siendo tan amplia, solamente apareciera la palabra terremoto (en singular, pues en plural aparece otras 4 veces) en cerca de doce ocasiones, y de las doce, solamente en una o dos no aparece o se menciona su presencia física directamente (Amos 1:1 y Hechos 16:26), en todas las demás EL tiene, directamente, algo que decirnos. Así, tras un terremoto, Dios se comunica con Elías en 1era. de Reyes 19:11. En Mateo 27:54, tras un terremoto, el Hijo de Dios muere. En Mateo 28:2 tras un terremoto, el Hijo de Dios, resucita. Y, en Apocalipsis se nos hace ver que, antes de la segunda venida del Hijo de Dios... habrá un terremoto que se sentirá en todo el mundo (Apocalipsis 16:18).

Muchos dicen que no nos alarmemos pues terremotos siempre han habido, lo que sucede es que como las comunicaciones eran muy incipientes, entonces nadie se enteraba del suceso. Pero no es así. La multiplicación de terremotos el día de hoy, es un aviso que Dios nos da de que sus juicios están por venir (si no es que ya iniciaron). Ahora bien, antes de que ese terremoto suceda, tienen que aparecer el inicuo, el hombre de pecado, el anticristo, aquél que venga con el "slogan" de paz y seguridad (no la traerá, pues solamente dice la escritura "cuando digan" no "cuando la haya", en otras palabras, si usted está esperando que en éste mundo, en ésta vida antes que usted muera, vaya a ver paz y seguridad, mejor se sienta para no cansarse de esperar, vea 1era. de Tesalonicenses 5:3) (recuerde usted que aquí la escritura está hablando de una paz mundial, no de la paz interior que Dios ha prometido a los corazones de los suyos, la cual SI habrá. Y, luego, que haya una "apostasía" en la iglesia de Jesucristo (vea 2da. de Tesalonicenses 2:2-3). Meditemos.

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