domingo, 25 de abril de 2010

Te encarezco delante de Dios (Parte I).

Pablo escribiendo a Timoteo su segunda epístola, debido a que necesita recalcarle algunos conceptos del cristianismo, especialmente, hacerle ver que se "han introducido falsas enseñanzas", le dice con respecto a la predicación del evangelio: "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino; que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina, porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas" (2da. Timoteo 4:1-3).

Ahora bien, en un sentido muy personal, pensamos que estamos viviendo tiempos semejantes a los que Pablo indicó que vendrían. Se ve con preocupación que muchas personas que entran al cristianismo, lo primero que quieren saber, lamentablemente, NO ES CUÁL ES LA SANA DOCTRINA, PARA SUFRIRLA, sino que teniendo comezón de oir escuchan fábulas y las cambian por la verdad. Por ejemplo, la gran mayoría quiere, antes de conocer cuál es la sana doctrina, saber acerca de ¿Es verdad que Jesucristo ofreció venir por segunda vez? ¿Qué hará cuando venga? ¿Cómo estará el mundo cuando Jesucristo venga otra vez? ¿Qué estará predicando la iglesia cuando Jesucristo retorne? ¿Cuál es el orden de los sucesos cuando Jesucristo venga? ¿Qué señal habrá de su venida? Estas preguntas, le dan comezón de oir, como dijo Pablo, a muchas personas, y, lastimosamente, guiados por maestros que se amontonan conforme a sus propias concupiscencias, se apartan unos y otros de la verdad.

Que Jesucristo viene otra vez es una certeza, la Palabra de Dios así lo expresa: "Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos, y aparecerá por SEGUNDA vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" (Hebreos 9:28). Que Jesús vendrá otra vez es seguro: cómo, cuándo, para qué, esas respuestas también están en la escritura, pero en lo que Dios quiere que enfoquemos nuestros ojos es en que: "Prediquemos la palabra; que instemos a tiempo y fuera de tiempo; que redarguyamos; que reprendamos; y que exhortemos con toda paciencia y doctrina. Meditemos.

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